Bratislava, 7 de diciembre, PL, para RIA Novosti. Eslovaquia anunció hoy que se abstendrá de reconocer la posible proclamación unilateral de independencia de la provincia serbia de Kosovo anunciada por dirigentes albano-kosovares, acto que calificó de desestabilizador.
El ministro de Asuntos Exteriores eslovaco, Jan Kubis, precisó que no apoyarán las pretensiones secesionistas de los líderes albano-kosovares, respaldadas por Estados Unidos y algunos países europeos, las cuales consideró desestabilizadoras para la región.
En declaraciones al periódico Sme, Kubis puntualizó que su gobierno trasmitió su posición al gobierno de Belgrado y a quienes pretenden separar esa provincia de Serbia.
El canciller también manifestó satisfacción por las declaraciones del gobierno serbio de que usará medios políticos, diplomáticos y económicos, pero no la fuerza militar en caso de que los albano-kosovares declaren unilateralmente la soberanía.
Con esas precisiones, Eslovaquia se convirtió en el primer estado de la Unión Europea en rechazar abiertamente la independencia de esa porción serbia.
Rusia también apoya a Serbia en la defensa de su integridad territorial.
Precisamente, esta jornada la troika del grupo de contacto entregará un informe al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre su mediación en las negociaciones entre el Serbia y dirigentes albano-kosovares.
El trío organizó las conversaciones luego de fracasar en la ONU las pretensiones de Washington de aprobar el plan del mediador Martti Ahtisaari, el cual propone una independencia supervisada para la provincia, rechazada por Belgrado.
La víspera, el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, acusó a Estados Unidos de pretender establecer en Kosovo un estado títere de la OTAN.
Kostunica declaró a la agencia de noticias Tanjug, que si el gobierno estadounidense apoya la independencia de esa provincia dejará claro porque la OTAN bombardeó este país en 1999 e instaló sus tropas en ese territorio, con 16 mil soldados en la actualidad.
Serbia reclama el respeto a la Carta de la ONU sobre las fronteras y a la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1999, en la cual se garantiza la integridad territorial de Serbia.
El gobierno de Belgrado propone una amplia autonomía para Kosovo, mientras dirigentes albano-kosovares amenazan con proclamar unilateralmente la soberanía con el respaldo de la Casa Blanca y algunos países europeos.
