Da la impresión de que la sopesada reacción de la dirigencia rusa a la retirada de EEUU del Tratado de la Defensa Antibalística y el emplazamiento de antimisiles en Alaska generaron en Washington la ilusión de que también en el futuro todas las decisiones en este ámbito se tomarían a título unilateral, sin tomar en consideración los intereses de seguridad de otros Estados.
Según apreciaciones de expertos rusos, los problemas tecnológicos, relacionados antes que nada con el diseño de un antimisil seguro, de momento dificultan un incremento ilimitado de la defensa antimisiles (DAM) norteamericana. Pero las tecnologías imperfectas de intercepción son hábilmente compensadas por informes optimistas sobre ensayos exitosos. Mediante esto se persigue la finalidad política de hacer irreversible el proceso de emplazamiento de antimisiles en Europa al construir el número necesario de silos. También se busca un objetivo práctico: mientras el antimisil no está ensayado, es preciso elaborar el ciclo tecnológico de construcción de silos, de colocación de antimisiles, efectuar el control de funcionamiento e incluir los objetivos en el sistema de control global.
Una vez puestas a punta las tecnologías de construcción (lo que se pretende hacer en Polonia), EEUU obtendría la posibilidad tecnológica de ir poniendo en servicio operacional una zona de defensa antimisiles al año. En una perspectiva no muy lejana, Rusia se enfrentaría en cercanía de sus fronteras ya no con una zona de defensa antimisiles con una decena de vehículos, "incomparables", según apreciaciones norteamericanas, con el potencial ruso de disuasión, sino con varias decenas de tales zonas, diseminadas por toda Europa, lo cual haría posible organizar varios escalones de defensa del continente americano contra los misiles de cualquier nacionalidad.
Evidentemente, la situación sigue cambiando. Y no a favor de Rusia. Es imprescindible emprender acciones concretas que hagan patentes las posibilidades de restablecer el equilibrio estratégico en Europa. A tales efectos es necesario mostrar la vulnerabilidad de los elementos de la DAM, tal como lo hizo, por ejemplo, China al destruir a comienzos de este año su propio ingenio espacial que imitaba un satélite informativo de la DAM.
Se debe realizar ostensiblemente ensayos de diversos armamentos capaces de destruir objetivos como radares y rampas de lanzamiento protegidas para que a nadie le quepa la menor duda de que la existencia de los elementos de la DAM está limitada por los tiempos de paz y la época prebélica. A medida de que las FFAA se vayan dotando de estos armamentos, se les deberá emplazar en las áreas que garanticen la máxima eficacia de su empleo.
