Moscú, 17 de enero, RIA Novosti. Si el Consejo Británico quiere funcionar en la Federación de Rusia, debe acatar las leyes rusas, ha manifestado el empresario Andrei Lugovói, miembro del comité de seguridad de la Duma de Estado, a quien Gran Bretaña acusa de tener que ver con la muerte del ex oficial del FSB, Alexandr Litvinenko.
"Estoy convencido de que en ese conflicto no hay política en absoluto, son problemas de índole jurídica solamente. Se trata de una cuestión de principios para Rusia : el Consejo Británico debe acatar las leyes del país en que está realizando su actividad", dijo Lugovói a RIA Novosti.
Según él, las exigencias que plantean las autoridades rusas con respecto a la actividad del Consejo son comprensibles y habituales para relaciones entre una organización extranjera y organismos de Estado de cualquier país.
"El Consejo Británico simplemente debe cumplir las normas de la legislación rusa y obtener licencia para realizar su actividad en Rusia", dijo el diputado.
"Sería interesante ver cómo procederían las autoridades británicas con respecto a una organización internacional que se niegue a acatar las leyes de Gran Bretaña", añadió.
Luego que las negociaciones sobre los aspectos jurídicos fracasaron, Rusia exigió cesar el funcionamiento de las sucursales regionales del Consejo Británico a partir del 1-ro de enero. Pero tras las vacaciones navideñas, las oficinas de éste de San Petersburgo y Ekaterimburgo reanudaron el trabajo.
Exteriores de Rusia lo valoró como una provocación, anunciando que en respuesta a ello no entregaría visados para funcionarios de los consulados generales de Gran Bretaña en dichas ciudades.
Este jueves, el director ejecutivo del Consejo Británico, Martin Davidson, ha manifestado que el Consejo suspende sus actividades en las regiones rusas, pero seguirá funcionando desde la oficina de Moscú.
