Ucrania hasta la fecha no pagó a Gazprom por el gas suministrado el año pasado. Los políticos ucranianos tratan de eludir este tema en el intento de dilatar la solución del problema hasta las elecciones presidenciales en Rusia.
Gazprom exige que Ucrania pague 1,5 mil millones de dólares por el gas ya suministrado y firme contratos de suministro para 2008. No obstante, Naftogas de Ucrania oficialmente reconoció la deuda de 1,045 mil millones.
Los portavoces de Gazprom advirtieron de que el consorcio reducirá en el 25% los suministros de gas a los consumidores ucranianos a partir de las 10:00 horas de Moscú del próximo 3 de marzo, si Ucrania sigue sin resolver el problema de deuda.
El 26 de febrero el presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, pidió que Vladímir Putin ejerciera presiones sobre la primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, que se empeña en sacar provecho de la situación configurada y poner bajo su control los suministros de gas. Los políticos ucranianos no perdonan medio para dilatar el arreglo del litigio de gas, llegaron a la conclusión compartida los expertos.
"En el momento actual Rusia no puede permitirse el lujo de agravar las relaciones internacionales. Por eso Ucrania seguirá dando largas al asunto y cedería sólo ante la amenaza directa de las acciones resueltas por parte de Rusia. Es la táctica habitual de la parte ucraniana", explica el experto del Centro de Coyuntura Política, Alexandr Shatílov. A su juicio, la confrontación aparente entre Yúschenko y Timoshenko es como el juego del policía bueno y el policía malo.
"De momento, Rusia se ve obligada a tolerar el comportamiento de Ucrania por ser ésta última un país de tránsito de gas. En caso de surgir amenaza a la estabilidad de suministros de gas a Europa, la Unión Europea presentará reclamaciones a Rusia y no a Ucrania -dice Shatílov-. Esta situación perdurará hasta la puesta en explotación de los gasoductos Nord Stream y South Stream. Estas tuberías, una vez operativas, permitirán a Gazprom meter en cintura a Ucrania."
