Washington, 7 de marzo, RIA Novosti. El nuevo dirigente de Cuba, Raúl Castro, podrá realizar reformas económicas, si logra conservar el poder político, opina Alina Fernández, hija de Fidel Castro, la que se fugó de la isla en 1993.
Fidel Castro, de 81 años, que estuvo al timón de Cuba desde 1959, anunció el 18 de febrero que abandonaba los puestos de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Cuba.
El parlamento de Cuba eligió a su hermano Raúl, de 76 años, como presidente del Consejo de Estado.
"Raúl es un eficaz administrador", dijo Fernández reunida con los alumnos de una escuela de Pittsburgh (Estado de Filadelfia).
Alina pasó su infancia en Cuba, en la juventud protestó contra la política que estaba aplicando su padre. En 1993, ella se fugó del país, utilizando un pasaporte falso de turista española. Actualmente, ella trabaja como presentadora de un show radiofónico en Miami (Estado de Florida).
Fernández reconoce no haber hablado con el padre durante más de 10 años, afirmando que su dimisión le dio una sorpresa. "Fidel es un hombre que no necesita dialogar. El estilo de él es monólogo", dijo.
En opinión de ella, los cambios reales no se realizarán en Cuba inmediatamente. "La gente simplemente está esperando que su vida cambie un poco, porque ello se le prometía a lo largo de medio siglo", señaló.
La hija dice no sentir ningún odio hacia el padre, pero recalca que ella cambió el lugar de residencia precisamente por el régimen que había implantado Fidel Castro.
