La Armada hindú ha pedido a la corporación Boeing examinar el posible uso de los cazas multipropósito F-18 Super Hornet en el portaviones "Almirante Gorshkov" que Rusia va modernizando para la India. El intento de colocar aviones estadounidenses en un buque de guerra hecho en la Unión Soviética constituye un caso escandaloso y sin precedentes.
Un portavoz de Boeing confirmó el recibo de tal solicitud desde Nueva Delhi y dijo que su empresa, tras haber realizado una simulación detallada, "admite el emplazamiento de los cazas F-18 en el portaviones modernizado".
El grupo aeronáutico ruso MiG reaccionó a la noticia con un comentario seco: "No sabemos nada acerca de las negociaciones entre la parte hindú y Boeing".
Expertos del departamento militar ruso creen que es una idea "prácticamente inviable". El Super Hornet tiene mayor tamaño y pesa más que el caza ruso
MiG-29K pero ambas máquinas usan el mismo método para engancharse en los cables metálicos y así poder frenar en la cubierta. El único problema es compatibilizar los sistemas ruso y estadounidense en lo que concierne a la navegación de corto alcance y al aterrizaje. Esta tarea implica la necesidad de introducir correctivos serios en el diseño, tanto del avión como del buque. "Resulta más fácil construir otros nuevos", dicen las personas familiarizadas con el tema.
A la hora del despegue, Super Hornet tendría problemas aún mayores. A diferencia de los estadounidenses que usan una catapulta de vapor para eyectar el avión desde la cubierta, los rusos lo hacen con la ayuda de un trampolín, técnica que incrementa drásticamente la presión sobre el fuselaje y el chasis. Es por ello por lo que los Sukhoi y los MiG despegan con los tanques de combustible llenos a medias y con un arsenal limitado de armas a bordo.
Un tercer problema tendría que ver con las dimensiones del elevador que se encarga de subir las máquinas desde el hangar a la cubierta. En el caso de portaviones rusos, está diseñado para los MiG que son más compactos. El hangar tiene espacio para 16 MiG pero difícilmente cabrán en él más de 10 Super Hornet. Entonces pierde sentido el uso del portaviones como tal: es más fácil aprovechar la aviación de largo alcance.
Representantes del grupo MiG se resisten a interpretar el interés hindú por las variantes opcionales del emplazamiento como una amenaza al contrato que prevé la construcción de los modelos MiG-29K para el "Almirante Gorshkov".
