EL vicepresidente de Colombia, Francisco Santos Calderón, visitará Rusia a primeros de junio. Según los datos de Kommersant, la cooperación técnico-militar entre Rusia y Venezuela será el tema clave de la visita a Moscú del vicepresidente colombiano, primera en la historia de las relaciones bilaterales.
Preocupada por el crecimiento del potencial militar venezolano, Colombia está firme en el propósito de mantener el equilibrio de fuerzas y para alcanzar el objetivo propuesto se muestra dispuesta a comprar armamento en Rusia. A cambio de los contratos de suministros de armas a Colombia, las autoridades de Bogotá tratarán de convencer a Moscú para que reduzca las ventas de armamento y material a Venezuela.
Las propuestas colombianas resultan beneficiosas para Moscú, sostienen los expertos. "Rusia está interesada en aplicar una política pragmática y multidimensional hacia América Latina y es poco probable que Moscú de preferencia a un país concreto -dijo al diario el director del Instituto de America Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Davydov-. Creo que la oferta de Colombia tenga reacción positiva en Rusia."
"En los últimos cinco años Rusia vendió a los colombianos sólo varios helicópteros Mi-17, mientras los suministros de armas a Venezuela ascendieron a 3 mil millones de dólares, incluida la venta a este país de 24 cazas Su-30MK2V", informa el subdirector del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Iván Konoválov.
A su juicio, la situación actual se parece a la época de la Guerra Fría, cuando los factores exclusivamente políticos movían a la URSS a instalarse en el mercado de armas latinoamericano. La elite política de EEUU se muestra preocupada por el retorno de Rusia a América Latina y lo atribuye al deseo del Kremlin de volver a hacer frente a EEUU en cualquiera parte del mundo.
"No obstante, esta estrategia carece de connotaciones políticas y obedece únicamente a los intereses financieros -afirma Konoválov-. EEUU perdió el mercado promisorio, al prohibir los suministros de armamento a Venezuela en 2005."
"De otro lado, la presencia en el mercado latinoamericano es de vital importancia para la industria militar rusa -continúa el experto-. Los mercados chino e indio ya están saturados de material y el centro de gravedad en la cooperación militar con estos países se desplaza hacia el sector de alto contenido tecnológico y de conocimiento. Por eso la industria de Guerra rusa pone sus miras en el Sudeste de Asia, África del Norte y América Latina, donde hace falta material confiable, pero no demasiado costoso."
No obstante, es poco probable que Moscú revise a la baja la cooperación con Hugo Chávez. "Es un asunto meramente político y las decisiones se tomarán en el máximo nivel", dijo ayer una fuente próxima a la industria de Guerra rusa.
