Yakarta, 28 de mayo, RIA Novosti. El volcán de lodo Lusi, que provocó la evacuación de más de 30.000 personas en Indonesia, empieza a hundirse por su propio peso, lo cual empeora aún más la situación medioambiental de la zona, comunicó el miércoles la agencia noticiosa Antara.
Expertos de la Universidad de Darem y del Instituto Tecnológico de Bandung detectaron en la superficie de este volcán, situado en la zona de Sidoarjo, en el este de Java, varios socavones cuya profundidad alcanza tres metros.
"Estos socavones podrían ser un síntoma de que empieza a formarse una caldera de hasta 146 metros de profundidad. El proceso se debe, probablemente, al peso propio del volcán y al movimiento de los estratos rocosos en su base", señaló la agencia citando a uno de los investigadores.
El volcán Lusi, cuyo nombre es un acrónimo de la palabra "lumpur" (lodo) y el topónimo "Sidoarjo", se formó en mayo de 2006 en el lugar de un pozo perforado por la compañía del petróleo y el gas Lapindo Brantas.
"Desde entonces ha estado produciendo lodo en cantidades diarias que equivalen al volumen de 60 piscinas olímpicas", según la agencia.
El Lusi forzó la evacuación de casi 36.000 personas, vecinos de una docena de aldeas que se encontraban en las inmediaciones del volcán.
A Lapindo Brantas le acusaron de haber aplicado una tecnología incorrecta a la hora de la perforación pero la empresa, perteneciente al ministro indonesio de Previsión Social, afirmó que la aparición del volcán es resultado de un terremoto que se había producido en Yogyakarta.
Desde el momento de su nacimiento, el Lusi se convirtió para los vecinos locales en un sinónimo de catástrofe económica y ecológica. Según los investigadores, los socavones demuestran que el volcán sigue evolucionando, lo cual podría implicar nuevas consecuencias negativas para el medio ambiente de esta zona.
