Moscú, 1 de julio, RIA Novosti. Dos biólogos estadounidenses se dedican a cultivar en grandes tubos de vidrio las algas con la esperanza de convertirlas en biocombustible para dos tractores y otros equipos disponibles en el Centro de tecnologías de acuicultura anexo a Brunswick Community College, escribe el periódico digital TheState.Com.
Estos investigadores quieren desarrollar un sistema que use el metano, proveniente de los depósitos de aguas residuales, como una fuente de energía para transformar las algas en combustible. Los elementos nutritivos que se contienen en los residuos podrán aprovecharse como fertilizante para el cultivo de las algas, y la masa vegetal que quede será un buen complemento para los piensos animales o un abono orgánico de alta calidad.
Michelle Sabaoun, uno de los promotores del proyecto, afirma que éste tiene "un potencial astronómico". El programa está calculado para tres años pero ya es hora de recoger la primera cosecha, extraer óleo a partir de las algas y transformarlo en combustible.
El proyecto de Michelle Sabaoun y Doug Holland es el único que ha obtenido una beca por parte de la asociación N.C. Bionetwork. La subvención supera 300 mil dólares pero Sabaoun estima que van a necesitar una financiación anual de 100 mil dólares hasta que empiecen a producir suficientes cantidades de combustible para la venta.
El potencial de las algas como fuente de energía es conocido desde hace tiempo. Una empresa construyó en el sur de Texas una planta eléctrica que usa las algas como biocombustible. Otras compañías transforman las algas en un aditivo para etanol destinado a los coches. Una empresa de Washington desarrolló un pequeño dispositivo capaz de convertir el biodiesel de algas, así como la gasolina y otras sustancias, en hidrógeno para elementos combustibles.
Algunos científicos están seguros de que el cultivo de algas en una superficie de 39.000 kilómetros cuadrados produciría suficiente combustible para todo el parque automotor de EEUU.
