Moscú, 17 de julio, RIA Novosti. Hanibal al-Gaddafi, hijo del líder libio Muammar al-Gaddafi, puede volver a sentarse en el banquillo de los acusados, esta vez por haber apaleado a unos criados en un hotel de Ginebra, escribe hoy el periódico suizo La Tribune de Geneve.
La víspera, al-Gaddafi lo arrestaron en el hotel ginebrino President Wilson, donde él se alojaba junto con la esposa a partir del 5 de julio. La fiscalía de Ginebra acusa a la pareja de haber apaleado a unos criados del hotel.
Los demandantes - una ciudadana de Túnez y un marroquí - afirman que precisamente la esposa del libio actuó como iniciadora del apaleamiento. Como resultados de los golpes recibidos, la criada fue internada en una clínica de Ginebra.
En 2005, a Hanibal al-Gaddafi ya se le dictaminó una condena sin cumplimiento de pena y una multa de 500 euros en París, por haber dado paliza a una gente y llevar armas sin tener autorización para ello. Terminada la investigación, Hanibal al-Gaddafi fue soltado, pues tiene estatuto diplomático, y salió de París a Copenhague.
El hijo del líder libio también antes tenía conflictos con la Justicia francesa. En una ocasión su auto fue detenido en Campos Elíseos por el exceso de velocidad y no parar al encenderse la luz roja. En el momento de la detención, sus guardianes organizaron una refriega, oponiendo resistencia a los policías. Como resultado, un guardaespaldas fue condenado a un mes de privación de libertad y multado por 1,5 mil euros.
Tras ese incidente, el sindicato de los policías de Francia emitió una declaración en que censuraba la conducta del hijo del líder libio, afirmando que Hanibal al-Gaddafi "desacredita a todo el cuerpo diplomático" y señalando que el estatuto de diplomático le permite "ponerse por encima de la ley y cometer actos por los que cualquier otra persona sería llevada a los tribunales".
