Moscú, 24 de noviembre, RIA Novosti. Los disparos en cercanía de la comitiva de coches en que iban los presidentes de Georgia y Polonia, Mijaíl Saakashvili y Lech Kaczynski, son objeto de versiones encontradas en Tbilisi y Varsovia.
De acuerdo con la versión polaca, el incidente se produjo en la noche del pasado domingo en las inmediaciones de Ajalgori, cuando la comitiva se acercó a la actual línea divisoria entre Georgia y Osetia del Sur. Supuestamente, los coches fueron abaleados desde un puesto de control ruso instalado en la zona.
Ajalgori es el nombre georgiano del distrito de Leningor que en el pasado formó parte de la Región Autónoma de Osetia del Sur, permaneció bajo el control de Tbilisi en el período de 1992-2008 y el pasado mes agosto, después del fallido ataque georgiano contra Tsjinvali, fue recuperado por la parte suroseta.
Portavoces de Saakashvili afirmaron que los disparos de armas automáticas se escucharon "cuando ambos presidentes se acercaron a una distancia de cien pies hacia el puesto de control" (Nota: Georgia usa el sistema métrico). No hubo fuego de respuesta pero el tiroteo se prolongó por 5 ó 7 minutos. "Ambos dignatarios fueron evacuados urgentemente pero el incidente no causó damnificados en la comitiva", consta en el comunicado oficial.
Lech Kaczynski, entretanto, contó a la prensa polaca que oyó primero varias ráfagas de fusiles automáticos, miró alrededor para entender lo que pasaba y se acercó al presidente (Mijaíl) Saakashvili, después de lo cual ambos retrocedieron lentamente y cambiaron de coches. "No pensaba que hubiera algún peligro", admitió el líder polaco.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia admitió que no puede confirmar la procedencia de aquellos disparos y que la visita a la línea fronteriza entre Georgia y Osetia del Sur no formaba parte de la agenda de Kaczynski. Este punto se agregó al programa a última hora, de improviso, a propuesta de Saakashvili.
Ninguno de los dos presidentes pudo explicar la aparición anticipada de reporteros georgianos en el lugar del incidente a pesar de que el cambio del itinerario se acordó cuando Kaczynski ya estaba en el aeropuerto de Tbilisi.
El canciller ruso Serguei Lavrov ya calificó lo ocurrido de "provocación".
"¿No es una provocación acaso eso de invitar a un presidente a una fiesta en Tbilisi y luego meterlo en un coche y llevarlo a otro Estado?", preguntó Lavrov durante su estancia en Lima, donde ayer finalizó la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Lavrov aseguró que "no hubo disparos algunos" desde las posiciones de militares rusos o surosetas y recordó que Georgia organizó varias provocaciones similares en el pasado, por ejemplo, al incriminarle a Rusia el supuesto lanzamiento de una bomba sobre el territorio georgiano en agosto de 2007.
