Las conversaciones entre los presidentes de Rusia y Kirguizistán, Dmitri Medvédev y Kurmanbek Bakíev, terminaron con el resultado que Moscú esperaba, escribe en su edición de hoy el periódico ruso Gazeta.Ru.
Bakíev anunció el cierre de la base aérea "Gansi" (situada en Bishkek, capital kirguís). A cambio, Rusia otorgará a Kirguizistán un crédito por importe de 2.000 millones de dólares en condiciones ventajosas y una ayuda a fondo perdido por el montante de 150 millones de dólares. Además, condonó la deuda de Kirguizistán (180 millones de dólares).
El presidente de Kirguizistán explicó su decisión argumentando que EEUU no cumplió con las condiciones financieras para que la base permanezca en el territorio de su país; se refirió a la actitud negativa hacia la base por parte de la sociedad. Medvédev dijo que, a pesar del cierre de la base, continuaría cooperando con EEUU para mantener estabilidad en Afganistán.
"El cierre de la base puede conducir a que EEUU renuncie a sus planes en Afganistán, lo que es contradictorio a los intereses de nuestro país: "la presencia de EEUU en cualquier parte de Asia Central es desfavorable para Rusia, pero desde el punto de vista de seguridad es menos desagradable que el fortalecimiento del movimiento Talibán", según opina el miembro el experto en temas militares, Vitali Shlikov.
