Todo indica que Moscú y Nueva Delhi zanjaron su contencioso acerca del portaaviones "Almirante Gorshkov" que Rusia moderniza por encargo de la Armada hindú, escribe hoy el diario Kommersant al calificarlo como resultado más importante de la reunión celebrada la víspera por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y su homóloga hindú, Pratibha Patil, de visita en Moscú.
Las negociaciones de ayer no derivaron en la firma de acuerdos algunos. Serán suscritos probablemente en diciembre próximo, cuando a Moscú llegue el primer ministro hindú Manmohan Singh. Es el jefe del Gobierno el que concentra en sus manos el poder real mientras que la figura del presidente en la India es más bien protocolaria.
Sin embargo, Medvédev y Pratil debatieron varios asuntos clave, en primer lugar, el futuro del "Almirante Gorshkov", portaaviones pesado que los astilleros rusos Sevmash empezaron a modernizar en 2004 a petición del Ministerio hindú de Defensa. El importe original del contrato se evaluaba en 750 millones de dólares. Otro tanto iban a costar 16 cazas embarcados MiG-29K. Rebautizado como "Vikramaditya", el portaaviones debía engrosar en 2012 el arsenal de la Armada hindú pero Sevmash exigió más tarde revisar al alza el valor del contrato. La parte rusa pidió casi 2,5 mil millones de dólares por el navío en sí, sin tomar en cuenta los aviones, pero Nueva Delhi se opuso a la renegociación, escribe Kommersant.
El jefe de Estado Mayor del Ejército ruso, Nikolai Makárov, y el director de la corporación Tecnologías de Rusia, Serguei Chémezov, anunciaron el pasado jueves que las partes consensuaron finalmente todos los detalles polémicos y darán carpetazo al asunto en octubre próximo. Una fuente próxima a las negociaciones dijo sin embargo que "todavía quedan algunas cuestiones sin acordar" y que "no está garantizada la firma de documentos el mes que viene". "Para diciembre sí podrán hacerlo", agregó.
Expertos atribuyen el avance de las negociaciones al hecho de que la parte hindú se vio en una situación prácticamente desesperada. "Si Nueva Delhi renunciase ahora al proyecto, se quedaría sin el portaaviones. Ni siquiera la devolución del importe y el pago de las multas le compensarían el tiempo que se perdió, mientras que la adquisición de un portaaviones nuevo costaría más", señaló Konstantín Makienko, del Centro ruso de análisis de estrategias y tecnologías.
