Moscú, 29 de septiembre, RIA Novosti. Se elevaron a 240 las víctimas mortales causadas por inundaciones devastadoras provocadas por la tormenta tropical Ketsana que azotó Filipinas la semana pasada, informaron hoy fuentes gubernamentales.
Anteriormente se reportó la muerte de 140 personas.
Según los datos del Gobierno, más de 370.000 personas tuvieron que abandonar sus casas y alojarse provisionalmente en campos de refugiados. En total, el desastre natural afectó a más de 600.000 habitantes del país isleño.
El gobierno decretó anteayer el estado de emergencia en Manila, capital de Filipinas, y en otras ciudades del país isleño, más afectadas por la "peor inundación aquí vista", según dijo el secretario de Defensa, Gilberto Teodoro.
Tanto las líneas eléctricas como telefónicas quedaron cortadas en varios barrios de la capital, uno de sus tres aeropuertos fue cerrado y muchos vuelos cancelados.
El jefe del servicio nacional de meteorología, Prisco Nilo, atribuyó la severidad de la tempestad al "cambio climático" y afirmó que en nueve horas cayeron 41,6 centímetros de lluvia, anulando el record de 33,4 de julio de 1967.
Unos 20 tifones y tormentas tropicales golpean a Filipinas anualmente.
