Moscú, 13 de enero, RIA Novosti. Rumania planea introducir a partir de marzo próximo un impuesto sobre hamburguesas y gaseosas, de acuerdo con un artículo publicado en el diario alemán Sueddeutsche Zeitung.
Uno de los principales promotores del respectivo proyecto de ley es Attila Cseke, el ministro rumano de Sanidad. "La comida basura reduce la calidad de vida y aumenta la mortandad", consta en un informe elaborado por este departamento.
Diversos expertos internacionales también constatan el continuo incremento de los casos de obesidad, diabetes e hipertensión que son resultado de una alimentación incorrecta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona el consumo excesivo de alimentos grasientos, azucarados o salados entre los principales factores de riesgo para la salud humana.
La nueva moción legislativa, pendiente de aprobación en el Parlamento de Rumania, castigará el bolsillo de fabricantes e importadores de gaseosas, snacks, sándwiches y otros alimentos con alto contenido de grasa, azúcar o sal. La Asociación rumana del sector alimenticio ya manifestó su preocupación al respecto al advertir de que numerosas empresas pequeñas podrían quebrar, mientras que las grandes optarán por trasladar la producción a otros países.
Diversos países barajan la introducción de un impuesto sobre la comida basura. El Ministerio de Sanidad de Taiwán formuló en diciembre pasado una propuesta similar a la rumana. Iniciativas parecidas se debaten con frecuencia en EEUU donde el concepto de alimentación rápida es especialmente popular. Varios expertos franceses sugirieron en 2008 cuadruplicar el IVA de alimentos excesivamente grasientos o salados que no son de primera necesidad pero su propuesta tuvo escaso apoyo por el temor de que afectara a los sectores más pobres, frecuentes consumidores de hamburguesas y pizzas baratas.
