Moscú, 19 de abril, RIA Novosti. El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, calificó de ‘golpe anticonstitucional' los recientes acontecimientos en Kirguizistán y se declaró dispuesto a ‘acoger en cualquier momento' al depuesto presidente kirguís, Kurmanbek Bakíev, escribe hoy el diario ruso Nezavisimaya Gazeta.
"Me condenen o no (por esa decisión), pero traicionarle a uno es lo más vergonzoso", subrayó Lukashenko.
Kurmanbek Bakíev escapó de la capital kirguís a raíz de protestas multitudinarias que derivaron en enfrentamientos con las fuerzas del orden causando más de 80 muertos y unos 1.500 heridos. Durante algunos días, el mandatario prófugo se refugió en su aldea natal del sur de Kirguizistán pero luego, al ver que Moscú y Washington apoyan al nuevo Gobierno provisional, se desplazó a Kazajstán y presentó la renuncia.
Lukashenko tachó de "irrisorias" las acusaciones de latrocinio formuladas contra Bakíev y afirmó que otros países - ante todo, los de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) - debían haber respaldado al presidente legítimo de Kirguizistán.
El escritor y politólogo bielorruso Nikolai Cherguinetz, conocido por su postura oficialista, señaló que otra alianza postsoviética, "la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) tenía la obligación directa de mediar entre el presidente Bakíev y la oposición". "¿A santo de qué hemos creado la OTSC, si se producen sucesos sangrientos y un golpe de estado en uno de los países miembros?", interrogó.
Ígor Karpenko, subjefe de la comisión parlamentaria bielorrusa para asuntos internacionales, considera que Bakíev fue "traicionado por sus colegas de la CEI y la Comunidad Económica Euroasiática". Lo sucedido en Kirguizistán "no es una revolución sino un motín y un merodeo".
