Moscú, 20 de abril, RIA Novosti. El caos aéreo en Europa, con miles de vuelos cancelados o retrasados a raíz de la erupción de un volcán islandés, en parte, se ha reforzado por el calentamiento global que alteró la fuerza y la dirección de los vientos sobre el Viejo Continente, consideran expertos consultados por la revista New Scientist.
En opinión de Christophe Cassou y Eric Guilyardi, del Centro de Estudios y de Investigación Europea en la ciudad francesa de Toulouse, si la nube volcánica continúa en el cielo europeo, es porque los vientos del oeste, habituales para esta región, se encuentran bloqueados por un frente atmosférico de alta presión.
"Podemos predecir que la frecuencia y la duración de estos fenómenos relacionados con la inmovilización de masas de aire, irán en aumento conforme vaya avanzando el calentamiento global", señaló Cassou a New Scientist.
Estas afirmaciones se desprenden del modelo climático diseñado por los investigadores.
El bloqueo de los vientos del oeste se produce cuando las masas de aire que se desplazan del oeste al este tropiezan con una zona atmosférica de alta presión. Como resultado, se detienen frente a esta "barrera" o a veces incluso hacen el recorrido invertido dejando paso a las masas de aire procedentes del noreste.
Según los científicos, la situación de la barrera en la parte norte del Atlántico depende de los vientos en las capas altas de la atmósfera (estratosfera) que, a su vez, varían en función de los ciclos de la actividad solar.
Cuando la actividad solar disminuye, la barrera atmosférica se desplaza hacia Europa. En estos momentos, el Sol inicia su ciclo de baja actividad, que dura unos 100 años, por lo que el efecto "barrera" será más frecuente a lo largo de este siglo.
Por otro lado, el avance del calentamiento global antropogénico aumenta el bloqueo de las masas de aire del oeste sobre Europa, ya que las temperaturas más altas favorecen los movimientos verticales del aire en detrimento de los horizontales.
El descenso de los movimientos horizontales provocará que las condiciones meteorológicas, incluidas las responsables del bloqueo de los vientos del oeste, duren más tiempo. En Europa este fenómeno se dará sobre todo en los calurosos meses de verano.
