Moscú, 28 de mayo, RIA Novosti. El matemático ruso Grigori Perelman, ganador del Premio del Milenio instituido por el Instituto Clay de Matemáticas, aún sigue sin decidir si aceptará cobrar el millón de dólares que le corresponde.
"Todavía no he decidido si aceptaré cobrar el premio. Sigo pensándolo", dijo Perelman en declaraciones a la agencia Interfax.
El premio fue otorgado a Perelman por la resolución de uno de los siete problemas del Milenio, la Conjetura de Poincaré. Es uno de los siete enigmas por cuya resolución el Instituto Clay adjudica el Premio del Milenio.
"Según tengo entendido, el Instituto Clay está dispuesto a esperar mi decisión definitiva y no ha hecho ningunas objeciones", apuntó el matemático.
Pero dijo estar seguro que no asistirá a la ceremonia de condecoración que se celebrará en junio en París en el marco de la conferencia internacional dedicada a la demostración de la hipótesis de Poincaré.
"No es una actividad obligatoria", explicó Perelman.
El matemático tiene 44 años y vive con su madre en un diminuto apartamento ubicado en un barrio periférico de San Petersburgo. A finales de 2005, Perelman abandonó el Instituto de Matemáticas 'Steklov' donde trabajó, y desde entonces se gana la vida dando clases particulares. Otra fuente de los ingresos de la familia es la mísera pensión que recibe la madre.
