Moscú, 3 de junio, RIA Novosti. Los científicos de la Universidad de Bristol, Gran Bretaña, comprobaron que el famoso efecto vivificante del café es fruto de autosugestión, según su informe publicado en la revista Neuropsychopharmacology.
Según los investigadores, las personas quienes ya han generado adicción al café desarrollan una tolerancia a sus efectos estimulantes, lo que significa que la sustancia sólo los devuelve a sus niveles básicos de alerta.
"El experimento reveló que la cafeína no nos da privilegios. Aunque los consumidores frecuentes se sienten despabilados con el té, el café u otra bebida con cafeína por la mañana, la evidencia sugiere que esa sensación es de hecho la inversión de los efectos fatigantes de la abstinencia aguda", señaló Peter Rogers, uno de los investigadores.
Los autores de la investigación basaron sus conclusiones en un experimento con ayuda de 379 voluntarios, una mitad de los cuales eran consumidores altos o medios de bebidas con cafeína, la otra mitad estaba integrada por consumidores leves o nulos.
En el marco del experimento, los participantes se abstuvieron de tomar cafeína durante 16 horas y después, al consumir una cápsula de cafeína o una pastilla de placebo, calificaron sus niveles de ansiedad, alerta y dolor de cabeza.
Los amantes del café que tomaron placebo reportaron una disminución del estado de alerta y un incremento de dolores de cabeza.
Los frecuentes consumidores del café que tomaron cafeína no percibieron estos dos síntomas.
Pero el examen médico mostró que de hecho su nivel de alerta después de tomar cafeína no fue más alto que el de los bajos consumidores que tomaron placebo, lo que permitió sugerir que la cafeína sólo devuelve a los bebedores de café a su estado normal.
Los científicos hallaron también que las personas con una variante genética asociada con la ansiedad eran más propensas a consumir café en grandes cantidades.
