Knysna, 21 de junio, PL para RIA Novosti. Por Michel Dalí. Encabezados por los franceses, varios futbolistas europeos ofrecen un bochornoso espectáculo en la Copa Mundial de Suráfrica, mientras Latinoamérica es sin dudas la nota brillante del torneo hasta el momento.
Un repaso a priori de la primera cita de la historia del balompié en tierras africanas llena de orgullo a los representantes de América Latina y el Caribe y, justo es decirlo, también a las huestes de Estados Unidos en la llave C.
En el grupo A, las actuaciones de México y Uruguay son destacadas; Argentina de excelencias en el B; Paraguay muy bien en el F; Brasil decoroso en el G; y por último con entrega y coraje Chile y Honduras en el H.
Como casi siempre ocurre, el favoritismo recae en Argentina, sobre todo en esta oportunidad con Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y las riendas de Diego Maradona, y por supuesto el eterno Brasil, aún rodeado de interrogantes.
Empero hay ovaciones cerradas para las prestaciones mexicanas y celestes, los chilenos dejaron una muy grata impresión en el debut, los hondureños se batieron con garra y Paraguay avanza con soltura y armonía.
Gran diferencia respecto a los del Viejo Continente, con la vergonzosa indisciplina de Nicolás Anelka en sus insultos al entrenador Raymond Domenech que le costaron su expulsión de la Copa del Mundo-2010.
El capítulo francés es bastante grave. Individualismo en el terreno, actuaciones de mal en peor, riñas internas ocultas o reveladas, actitud egocéntrica y justificativa. Y un técnico realmente para olvidar.
En medio del escándalo, el propio Domenech y los federativos galos defendiendo "la dignidad y nobleza" de Anelka al aceptar la sanción.
El mismo jugador que los expertos fustigaron por "caminar en la cancha 10 minutos frente a México".
Wayne Rooney, el "enfant terrible" del fútbol inglés, irascible por los chiflidos de los aficionados seguidores de su equipo al terminar el magro empate sin goles contra el débil pero combativo Argelia.
Estadios que acogerán el Mundial de fútbol Sudáfrica. Infografía >>
España, la poderosa Furia Roja titular europea, humillada por la modesta escuadra de Suiza; Alemania, tras arrasar con Australia, insolente en el terreno frente a una Serbia consagrada y un árbitro demasiado estricto, y Holanda y Dinamarca sin convencer.
El todavía soberano del orbe, Italia, en un nivel penoso en el arranque con la gris igualada con Paraguay y en aprietos nada menos que ante el casi desconocido Nueva Zelanda.
Si hubiese lógica en el deporte de las multitudes y ante la decepción africana en general, Latinoamérica debería alzar la Copa FIFA el próximo 11 de julio en Johannesburgo.
