Moscú, 10 de septiembre, RIA Novosti. El sobrepeso afecta el funcionamiento del cerebro, ya que las células que controlan la alimentación pierden comunicación con el resto del cuerpo y dejan de enviar señales para detener la ingesta de alimentos y quemar el exceso de calorías, afirma un estudio científico recogido por The Daily Mail.
Como consecuencia, a los obesos se les hace más difícil hacer frente a su problema, considera un equipo de investigadores de la Universidad de Monash, en Australia.
Según aclara el profesor Michael Cowley, los procesos de alimentarse y de gastar energía son controlados por redes neuronales que empiezan a formarse en los comienzos de la vida de una persona, por lo que a veces la propensión a la obesidad se desarrolla incluso antes de ingerir el primer alimento.
"El cerebro de los obesos desconoce las reservas de grasa que alberga el cuerpo y por eso no detiene el proceso de su acumulación. Por consiguiente, la capacidad del cuerpo de perder peso disminuye considerablemente", así explica el científico la "falta de voluntad" para adelgazar de los que tienen sobrepeso.
Cowley y sus compañeros realizaron su estudio en ratones y ratas observando durante 4 meses la alimentación de los roedores y midiendo su peso.
Los resultados revelaron que los animales que tenían predisposición neuronal a la obesidad engordaron un 30% frente al 6% de peso ganado por los roedores con células "resistentes" a acumular grasa.
En opinión de los investigadores, su trabajo constituirá una aportación importante a la búsqueda de soluciones contra la obesidad.
