Barack Obama pierde el control del Congreso

© Foto : Official White House Photo by Pete Souza.Barack Obama
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El resultado de las elecciones intermedias, celebradas en EEUU el pasado 2 de noviembre, ya se esperaba.

El resultado de las elecciones intermedias, celebradas en EEUU el pasado 2 de noviembre, ya se esperaba.

Los demócratas sufrieron una derrota aplastante: perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes (255 contra 178) y sufrieron un recorte en el Senado.

El Partido Republicano se hizo con 60 escaños más en la Cámara baja, donde ahora cuenta con 238 de los 435 asientos, y obtuvo seis puestos más en el Senado, aunque sin desbancar a la mayoría demócrata.

Además, los demócratas perdieron 10 gobernadores de los 37 que estaban en juego. Antes de las elecciones, en EEUU había 26 gobernadores demócratas y 24 republicanos.

Durante los últimos cuatro años, incluidos los dos años finales del mandato de George W. Bush, los demócratas mantuvieron el control sobre ambas cámaras en el Congreso. Ahora la cosa cambia, y a Obama se le complica enormemente su agenda.

Cualquier iniciativa de la Administración Obama provocará acalorados debates en el Congreso, que será un infierno para la gestión del presidente.

El futuro de la política de reinicio de las relaciones ruso-estadounidenses


Es poco probable que en este campo se produzcan serios cambios  porque, en esencia, casi no se ha avanzado nada en este ámbito.
EEUU no ha cumplido sus promesas de apoyar las negociaciones sobre el ingreso de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ni durante la época de George W. Bush, ni ahora con Obama.

Para la Administración estadounidense, la adhesión de Rusia a la OMC no sólo implica una regulación del comercio internacional y una clarificación de sus normas, sino que también es un instrumento de presión política.

La reciente intensificación de contactos a varios niveles entre Rusia y EEUU no tiene nada que ver con el tan cacareado reinicio. Los dos países simplemente han decidido retomar sus relaciones que habían sufrido una interrupción en la etapa final del gobierno de George W. Bush. Lo que pasa es que, para la comunidad internacional, todo lo que se diferencie de los tiempos tenebrosos de George W. Bush, es rápidamente calificado de progreso y de revisión de las relaciones entre ambas naciones. 

Tomemos por ejemplo al nuevo Tratado de Reducción de las Armas Estratégicas Ofensivas (START), firmado por Moscú y Washington el 8 de abril de 2010, y que reduce el número de ojivas hasta las 1.550 unidades y las lanzaderas de misiles hasta las 700 unidades por cada bando hacia el año 2020.

Importa destacar que el límite para las cargas nucleares establecido en el Tratado, no corresponde a su cantidad real. Esto se debe a que, según los términos del documento, cada bombardero se contabiliza como una carga. Así, la cantidad real de cabezas nucleares instaladas en cada bombardero estratégico oscilará de 12 a 24, en función del modelo. De esta manera, el límite real para las cargas nucleares será muy diferente y ascenderá a unas 2.100 unidades para Rusia y a unas 2.400 para EEUU.

En 2002, George W. Bush y Vladímir Putin firmaron en Moscú el Tratado de Reducción de los Potenciales Estratégicos Ofensivos (SORT) que preveía reducir hasta el 31 de diciembre de 2012 los arsenales de ambos países hasta unas 1.700 - 2.200 ojivas nucleares. Este Tratado debe ser reemplazado por el nuevo START. En otras palabras, en 2020 estaremos más lejos del desarme de lo que habríamos podido conseguir en 2012.

Es poco probable que el Senado ratifique el tratado en lo que resta de año, pero seguramente lo ratificará en 2011. Los senadores bien pueden ralentizar el proceso, exigiendo que Barack Obama destine más recursos a la modernización de los arsenales nucleares y para el desarrollo de nuevos armamentos. El presidente ya se les ha anticipado y ha expresado su disposición a hacerlo.

Afganistán puede contribuir a la amistad entre Rusia y EEUU


Es posible que la nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes del Congreso aumente las oportunidades de cooperación ruso-estadounidense en Afganistán.

Los republicanos siempre apoyaron una amplia financiación de la operación antiterrorista y antidroga lanzada por EEUU en Afganistán. Hoy en día, no cabe la menor duda de que la cooperación con Rusia es importante, porque su territorio es indispensable para el tránsito de las cargas militares estadounidenses a Afganistán.

Además, la asistencia de Rusia es necesaria para entrenar al nuevo ejército y a las fuerzas de seguridad afganas, además de para suministrarles armamento, material y equipamiento.

Los respectivos tratados ya están preparados y deberán firmarse durante la próxima cumbre Rusia-OTAN a celebrarse en Lisboa del 19 al 20 de noviembre, en la que participará el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

Así las cosas, es pronto para hablar de la cancelación del reinicio, aunque este proceso puede sufrir una ralentización.

Tradicionalmente, el partido que está en la Casa Blanca suele perder escaños en el Congreso en las elecciones de medio mandato

Los resultados de las elecciones intermedias en EEUU evidencian claramente algunos problemas palpitantes. Cuando el contribuyente estadounidense cree que el gobierno gasta su dinero de manera impropia, esto suele producir impacto negativo sobre su grupo parlamentario y sobre el inquilino mismo de la Casa Blanca.

Los resultados de las recientes elecciones lo dejan bien a las claras.

Hoy en día, EEUU se ve acuciado por múltiples problemas en todos los ámbitos: economía, finanzas, desempleo, privilegios sociales, salarios, etc. Pero lo más importante es que los estadounidenses han perdido la fe, no pueden encontrar la luz al final del túnel oscuro. Algo que les había prometido Barack Obama.

La derrota de los demócratas en las elecciones intermedias no anula las perspectivas de Barack Obama de ser reelegido presidente en 2012

En primer lugar, Obama sigue teniendo el poder de veto. Para anularlo, los republicanos deberían lograr los dos tercios de votos, pero no disponen de tantos escaños.

Además, como en la época de Ronald Reagan o Bill Clinton, todos los presidentes estadounidenses con minoría en el parlamento acuden al socorrido recurso de culpar al Congreso de no aprobar sus enmiendas, candidaturas, proyectos de ley, etc. Resulta algo muy eficaz.

Se espera que la economía estadounidense supere la crisis ya en el 2012, lo que seguramente le vendrá de perlas a Barack Obama.

Hoy en día, EEUU mira a la derecha. Pero las elecciones presidenciales no las  suelen ganar los candidatos de extrema derecha o de extrema izquierda, sino los que tengan un talante de centro. Así las cosas, sería prematuro tachar de las listas de candidatos a Barack Obama.

Una progresiva intolerancia electoral

Se pueden discutir los méritos y deméritos del sistema electoral estadounidense, pero sería más oportuno estudiarlo con atención. Evidentemente, este sistema está basado en un control eficaz sobre la actividad de los elegidos por parte del electorado. Unas elecciones celebradas cada dos años son un arma de influencia sobre los congresistas y senadores, algo que redunda indirectamente en un control muy eficaz sobre los presidentes.

En apariencia, los estadounidenses manifiestan una impaciencia e ingratitud hacia los recién elegidos. Es una actitud un tanto apresurada, ya que Obama heredó de su antecesor George W. Bush unas enfermedades económicas y financieras de tal calibre, que resultan imposibles de curar en sólo dos años. Sería conveniente  aguantar un año más y es posible que la situación empezara a clarificarse.

Pero los estadounidenses no entienden la razón por la cual tienen que ser pacientes. Es un electorado intolerante.

Esta conducta es incomprensible para Rusia con su tradicional tolerancia electoral, donde hay tanto que hacer en todos los campos, que es necesario esperar, bastante, quizás décadas.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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