La amistad chino-rusa y el suministro de hidrocarburos

© RIA Novosti . POOL / Acceder al contenido multimediaDmitri Medvédev con el primer ministro de China, Wen Jiabao
Dmitri Medvédev con el primer ministro de China, Wen Jiabao - Sputnik Mundo
Síguenos en
Para el gigante asiático, Rusia solamente es una fuente de materia prima para su pujante industria.

Es más que evidente el sentido unidireccional de las actuales estrechas relaciones económicas ruso-chinas.

Para el gigante asiático, Rusia solamente es una fuente de materia prima para su pujante industria. Los resultados de las últimas reuniones de los dirigentes rusos con el primer ministro de China, Wen Jiabao, demuestran que dicha tendencia no tiene visos de cambiar.

En torno al petróleo

El 24 de noviembre se celebró una reunión entre el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, y el primer ministro chino, quien declaró que tan sólo durante el día de la cita se cerraron 13 contratos entre  empresarios chinos y rusos por un monte total de 8,5 mil millones de dólares EEUU.

Por su parte, la víspera, el Jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, constató, después de reunirse con su homólogo chino, que en los primeros ocho meses de este año,  los intercambios comerciales entre los dos países habían crecido más de 57%.

En particular, crecieron las exportaciones de madera (83%), de energía eléctrica (40%), de carbón (un 30%). Durante el mismo período, y según los datos de la parte china, los suministros de maquinaria industrial y electrónica de la República Popular China  a Rusia  aumentaron en el 96,6%. Rusia exporta, además, a su vecino oriental altas tecnologías, fundamentalmente para el sector energético.

En este sentido, los principales temas de las conversaciones entre los dos socios han sido el proyecto de construcción del oleoducto Siberia Oriental-Océano Pacífico (SOOP) y su ramal “Skovorodino-Mohe” entre estas poblaciones rusa y china, así como los precios del crudo y los suministros del gas ruso a China.
Pekín está muy interesado en diversificar las fuentes suministro de agentes energéticos.

Ahora los principales exportadores a China son los países del Golfo Pérsico (Irán, Omán). Por esta razón, la política energética de China depende de las acciones de EEUU y la Unión Europea (UE), lo que condiciona, a su vez, el elevado interés de China por la cooperación energética con Rusia y Kazajstán.

Los primeros memorandos sobre proyectos conjuntos en el terreno de la energía se firmaron ya en 2006 para un periodo de realización de 15 años. En ellos se tiene prevista, entre otras cosas, la el tendido de dos oleoductos con una capacidad de 80 mil millones de metros cúbicos al año, la construcción del mencionado ramal del SOOP y la fundación en China de una empresa mixta al objeto de construir en el país asiático una refinería y una red de gasolineras. Los acuerdos de suministros de gas serán firmados a  mediados de 2011.

Adaptándose a la realidad

Es de lamentar que Rusia se esté convirtiendo paso a paso en una base de materia prima para un Oriente en vías de desarrollo, como ya lo es para el Occidente industrializado. Pero hay que reconocer que, hoy por hoy, Rusia no tiene, y es poco probable que lo tenga en un futuro próximo, otro impulso para un crecimiento económico sostenido, que no sean sus sectores extractores. Desde este punto de vista, es sumamente importante diversificar las fuentes de suministros.

Las perspectivas de la economía occidental son bastante imprecisas. China tampoco se siente del todo segura y estable, pero sus tasas de crecimiento de su economía son altas. Además, teniendo unos nuevos compradores potenciales, puede sentirse más segura en las negociaciones con sus interlocutores. A eso contribuyen claramente las sistemáticas declaraciones de políticos rusos en el sentido de que el país eurasiático  planea una política de suministro de gas orientada a China, en vez de a Europa. Sin embargo, esto es poco probable, ya que, por ejemplo el consorcio ruso Gazprom tiene contraídos unos compromisos a largo plazo y no piensa incumplirlos.

Cambio de papeles

En el pasado, la URSS era la fuente principal de tecnología industrial y el referente político para China. Ahora, al revés, las autoridades rusas esperan que los chinos les ayuden a superar el retraso  tecnológico invirtiendo en la industria rusa. El capital chino está a punto de entrar en Rusia, pero bajo unas condiciones que no hacen posible una eficaz transferencia de tecnologías.

En otoño de 2009 fue adoptado un programa estratégico de cooperación hasta el año 2018 que incluye 205 grandes proyectos conjuntos. La mayor parte de ellos se refieren a la minería: extracción de minerales en Rusia y su transformación y refinado en China.

La lógica de China está clara. Estos proyectos permiten resolver dos problemas a la vez: obtener el ansiado acceso a las riquezas naturales de Siberia y del Extremo Oriente ruso y, al mismo tiempo, relajar la tensión demográfica dentro del país. Cada proyecto conlleva la contratación de chinos para las plantas nuevas en el territorio ruso. En el Extremo Oriente incluso ya bromean con que los chinos trabajan en las obras de construcción en Rusia con tanto afán, que parece que construyen para ellos mismos.  

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала