Twitter y Facebook debutan como promotores de revolución en África

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El mundo parece estar entrando en una nueva etapa de la historia contemporánea, caracterizada por organización de revoluciones a través de nuevos medios de comunicaciones poderosos, mediante los sitios web y las redes sociales.

El mundo parece estar entrando en una nueva etapa de la historia contemporánea, caracterizada por organización de revoluciones a través de nuevos medios de comunicaciones poderosos, mediante los sitios web y las redes sociales.

En Túnez las autoridades lo entendieron demasiado tarde, como resultado el ex presidente tunecino se encuentra refugiado en Arabia Saudita.
Las autoridades de Egipto demostraron la sabiduría de los faraones, al detectar más rápido la fuente que amenazaba al imperio, y mientras la policía se dedicó a reprimir los manifestantes en las calles, las estructuras electrónicas gubernamentales bloquearon todas las ventanas que utilizaba la revolución por Internet.

Las redes sociales fueron declaradas enemigo número 1 del gobierno egipcio, porque fueron reconocidas como los promotores principales de revueltas, y si esto es verdad,  será la primera manifestación de la potencia revolucionaria de medios de difusión por el  espacio cibernético.

Ahora Twitter, Facebook, Hotmail, Google, YouTube, el buscador chino Baidu y los servidores proxy están bloqueados en Egipto. Es que precisamente a través de ellos, así como por SMS, se difunden y organizan los mítines y manifestaciones de protesta contra el régimen, contra el gobierno, atraso social, pobreza, etc.

Y, claro está, contra quien para muchos es el símbolo de sus desgracias, el presidente Hosni Mubarak, quien lleva en el poder casi 30 años seguidos.

Antes para derribar a un rey bastaba con apoderarse de un palacio. Luego tomaban bancos, telégrafos, estaciones transporte, más tarde, periódicos, radio y estaciones de teledifusión.

Ahora para tener éxito organizando una rebelión o tomando medidas contra ésta, es imprescindible pasar a actuar activamente en el ciberespacio. Para mantenerse en el  poder, no es suficiente controlar la prensa, radio y televisión.

Un dictador, tirano o cualquier dirigente corrupto y poco popular tendrá que manipular los medios antes mencionados.

Mientras sea posible, aunque nada fácil, controlar estos medios dentro del país, porque es una utopía aspirar a influir en los medios cibernéticos que se encuentran fuera del país.

Las primeras manifestaciones contra Mubarak se caracterizaron por no tener un centro de organización, ni gozar de apoyo de oposición. La mayoría de manifestantes fueron jóvenes, hinchas, estudiantes. Parecía a un enorme flash mob pan-egipcio.

Es que, perdiendo fe en la prensa y televisión controladas por completo por el gobierno, los inconformas recurrieron a medios electrónicos, como Twitter y Facebook.

Hay que notar que de los 80 millones de ciudadanos de Egipto sólo un 24%, o unos 19 millones, tienen acceso a la Internet. Principalmente, a través de Internet cafés. Un acceso directo lo tienen sólo un millón de ciudadanos. Pero unos 26 millones disponen de teléfonos móviles y precisamente así recibieron las convocatorias para  salir a las calles y levantarse contra el gobierno.

El proveedor de telefonía móvil más grande en Egipto, Vodafone, ya anunció que no tenía nada que ver con el bloqueo de Twitter. Según expertos, el gobierno egipcio ha bloqueado las torres de transmisión de móviles y redes e incluso puso todos los centros de comunicación bajo el control de subdivisiones de ejército para la conexión electrónica.

Egipto nunca se ha destacado por libertades en la esfera de medios de comunicación electrónicos. Es lógico para el país que desde 1981  vivió en situación de emergencia anulada en mayo pasado en parte. Sus provisiones en lo que a la lucha contra terrorismo se refiere (y en esta esfera se puede incluir lo que sea) siguen vigentes.

Pero hasta hace uno días, el control sobre Internet consistía en bloqueo de ciertos blogs radicales y antigubernamentales. Nunca ocurrió nada parecido a lo de hoy.

Al mismo tiempo, la censura en Internet es algo habitual para Oriente Próximo. Arabia Saudita es el líder en este campo: bloquea todos los sitios web sospechosos desde los puntos de vista de moral o política, tanto de pornografía como de oposición política. Posee uno de los sistemas más perfectos de selección de información dispuesta en Internet, sus autoridades pueden permitírselo. Siria bloquea todos los sitios de oposición y todos los sitios informativos israelitas. Los Emiratos Árabes Unidos tomaron medidas similares.

Los ritmos de crecimiento de popularidad de Twitter son sorprendentes. Hace unos tres años era poco conocido. En 2007 (fue creado en 2006) fueron enviados unos 400 mil mensajes tweets al trimestre.  Hoy este número asciende a 5 mil millones.

Hasta hace poco, Twitter era considerado una diversión trivial e inútil para los que no tienen nada que hacer. Hoy en grandes corporaciones se puede oír frases como “Nuestra estrategia-twitter para este año…”.

Su fuerza estriba en que no se controla ni por gobiernos, ni por prensa, ni por televisión. Mediante Twitter se puede fijar hora para una conferencia de prensa, iniciar una campaña política u organizar una rebelión, sin recurrir a fuentes oficiales. También para llamar a la gente a una revolución.

Ya es hora de cambiar la actitud hacia redes sociales como a diversión exótica. Una mera diversión no puede servir de medio para preparar y organizar revoluciones como en Túnez y Egipto.

 Los medios de prensa dejan de representar el poder cediendo lugar a medios más poderosos, cuyo papel está todavía subestimado. Lo cierto es que desde ahora, con estos medios electrónicos nuevos, los dictadores no podrán sentirse seguros en ningún momento.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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