El ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio ahora depende de Hollywood

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La Unión Europea y EEUU esperan que Rusia pueda adherirse a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en enero de 2012, si todo marcha bien.

La Unión Europea y EEUU esperan que Rusia pueda adherirse a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en enero de 2012, si todo marcha bien.

Según, es un asunto casi decidido, mientras que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que ya había asistido a 13 cumbres Rusia-UE cuya agenda incluía este asunto y expresó la esperanza de que la decimotercera haya sido la última.

Rusia que lleva persiguiendo el objetivo de ingresar en la OMC durante los últimos 17 años, ya ha puesto un pie en la puerta de esta organización. Pero es posible que al atravesar los umbrales Moscú pueda afrontar otros problemas que no esperaba.

Es necesario ejercer presión sobre el Congreso de EEUU

Washington prometió facilitar la integración de Rusia en la OMC ya en 2006, pero el actual presidente estadounidense, Barack Obama, desarrolló más actividad que George W. Bush en este ámbito. Así las cosas, Rusia tiene todas las posibilidades de ingresar en la OMC en 2012.

El pasado mes de febrero, el representante comercial de EEUU, Ronald Kirk, presentó al Congreso la agenda comercial de Estados Unidos para 2011 y dijo que una de las tareas prioritarias de EEUU en el ámbito de política y comercio exterior era contribuir a la incorporación de Rusia a la OMC.

“Trabajaremos junto con el Congreso en la concesión del estatus de relaciones comerciales normales a Rusia, para que las empresas y los trabajadores estadounidenses puedan disfrutar de todas las ventajas de la incorporación de Rusia a la OMC”, declaró Kirk, recordando que para eso es necesario abolir la enmienda de Jackson-Vanik de 1974 que introdujo fuertes restricciones al comercio bilateral, vinculándolo a los permisos para emigrar de la URSS.

El Congreso, cuya Cámara de Representantes hoy por hoy es de mayoría republicana, suele mostrar poco entusiasmo respecto a las iniciativas de la Casa Blanca que pueden restringir su influencia sobre el poder ejecutivo.

La enmienda de Jackson-Vanik es un claro anacronismo, pero el Congreso de EEUU la aprovecha para conseguir varias concesiones de la administración estadounidense.

Los pros y los contras del ingreso en la OMC

Rusia es miembro de todas las mayores asociaciones internacionales, como el G-8 ó el G-20 pero no se ha adherido todavía a la OMC. En realidad, es la única gran potencia económica (ocupa la posición 10 ó 11 en el ranking global) que no está integrada en la OMC, conformada por 153 miembros.

Hoy en día, la Organización Mundial de Comercio parece un movimiento olímpico en materia del comercio. En el marco de esta organización fueron establecidas normas rigurosas de conducta y participación en los “juegos”, incluido un “control de dopaje”.

Se prohibe a los países miembros aplicar aranceles, impuestos y leyes proteccionistas que puedan poner en desventaja a otros socios del mercado internacional.

Rusia seguramente se incorporará a la OMC, pero esto beneficiará más a esta organización que a Rusia.

El ingreso en la OMC ofrece a Rusia las oportunidades de atraer nuevas inversiones, tecnologías y otros beneficios cruciales para la modernización de su economía. Moscú no sufrirá cambios en el ámbito de las exportaciones del gas y crudo porque estas no se regulan por la OMC.

Por otro lado, en la etapa inicial, el sector agrario y la industria manufacturera rusa pasará por tiempos difíciles porque tendrá que competir con las empresas extranjeras.

Entre los problemas pendientes que siguen obstaculizando el ingreso de Rusia en la OMC se puede mencionar la infracción de los derechos de autor (en Rusia la piratería ha alcanzado grandes proporciones), las restricciones a la importación de carne a Rusia, el sistema de codificación de las mercancías.

Además, Rusia debe ajustar su legislación y prácticas de comercio exterior a las normas internacionales y asegurar la transparencia y protección de las inversiones.

Aunque se destacan avances significativos, a Moscú todavía queda mucho que hacer.

Las posturas de EEUU y la UE respecto a los existentes problemas de la economía rusa coinciden en la mayoría de aspectos.

Hollywood pone obstáculos

Hollywood realiza un fuerte lobby contra el ingreso de Rusia en la OMC. Los ejecutivos de las mayores corporaciones de la industria de entretenimiento que se encargan de la distribución cinematográfica, ventas de DVDs, etc., no pueden resignarse con la infracción de los derechos de autor en Rusia.

El mercado ruso es muy importante para Hollywood. Según los datos de Motion Pictures Association of America, la distribución de las películas rusas genera tan sólo un poco más del 30% de los ingresos totales derivados de la exhibición de la producción cinematográfica en Rusia.

Pero debido a la piratería, los ingresos derivados de la venta de las películas en DVD casi no aumentan.

Hollywood quiere que el gobierno estadounidense obligue a Rusia cumplir compromisos concretos en este ámbito e introducir leyes de protección de la propiedad intelectual vigentes en EEUU o adopte una legislación similar.

Hollywood también insiste en que el gobierno ruso deje de ignorar las propias leyes contra la piratería, bloquee todos los sitios web que ofrecen las películas de Hollywood  y música gratis y recrudezca el castigo contra  los infractores.

EEUU ya no se contenta con meras promesas. Cuando China entró en la OMC en 2001, prometió tomar todas las medidas necesarias para exterminar las raíces de la piratería, pero no cumplió con sus compromisos. Así las cosas, Hollywood no quiere tropezar en la misma piedra en caso de Rusia.

Además, EEUU y la UE insisten en que Rusia revise las rigurosas normas sanitarias para la importación de carne y productos agrícolas. Moscú probablemente aceptará estas condiciones para continuar la modernización y el desarrollo de nanotecnologías.

En teoría, cada uno de los 153 miembros de la OMC debe aprobar el ingreso de Rusia. El único país que todavía no ha apoyado la adhesión de Rusia a la organización es Georgia.

Pero Francia y EEUU están seguros de que lograrán persuadir al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, a cambiar de postura. Lo único que queda a Rusia es resolver todos los problemas pendientes.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

  

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