Rusia y EEUU empiezan a cumplir el tratado START

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Rusia y EEUU empezaron a implementar uno de los aspectos importantes del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas Ofensivas (START) firmado en Praga el año pasado.

Rusia y EEUU empezaron a implementar uno de los aspectos importantes del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas Ofensivas (START) firmado en Praga el año pasado.

Se trata del intercambio de datos sobre arsenales nucleares estratégicos de las partes y del régimen de control e inspección.

En este mes de abril, está previsto el inicio de inspecciones mutuas de las armas ofensivas estratégicas.

El nuevo Tratado START, como el anterior documento firmado por Rusia y EEUU en 1991, obliga a las partes intercambiar información, actualizar constantemente los datos sobre sus arsenales estratégicos e informar a otra parte sobre todos los traslados, estado de alerta, fase de despliegue y otros cambios producidos en los arsenales nucleares estratégicos.

Además del intercambio oficial de información, el START como el tratado anterior 1, prevé la posibilidad de inspeccionar recíprocamente los arsenales estratégicos en el lugar de emplazamiento con aviso previo. Esto es necesario para comprobar los datos declarados sobre cantidades, tipos y características técnicas de las armas estratégicas ofensivas.

El nuevo tratado START contempla la realización de un menor número de inspecciones que el acuerdo anterior. El START preveía 28 inspecciones al año para cada una de las partes, mientras este tratado estipula la realización de tan sólo 18 inspecciones.

El tratado vigente estipula dos tipos de inspecciones. Las inspecciones del Tipo Uno en las instalaciones con las armas estratégicas ofensivas desplegadas, o sea, en las bases de misiles balísticos intercontinentales (MBI) con base en tierra, submarinos y aviación estratégica.

Y las inspecciones del Tipo Dos en sitios con armas estratégicas ofensivas no desplegadas, por ejemplo en sitios de fabricación, reparación o almacenamiento de los MBI, centros de entrenamiento, y arsenales. Según el Protocolo del Tratado, cada parte tiene derecho a efectuar anualmente 10 inspecciones Tipo Uno y 8 Tipo Dos.

Las inspecciones del Tipo Uno se realizan con el fin de comprobar la correspondencia en cantidad y tipo a lo declarado de las armas estratégicas ofensivas desplegadas. Una de las tareas principales de tales inspecciones es comprobar la cantidad de las ojivas nucleares instaladas en los MBI desplegados en bases terrestres o emplazados en submarinos nucleares.

Según el Protocolo del nuevo Tratado, los inspectores de una parte pueden llegar a una base terrestre de MBI o un submarino nuclear de otra parte que debe presentar a los inspectores los datos correspondientes, incluída la cantidad de las ojivas nucleares en cada MBI desplegado.

En el marco de una inspección, los inspectores tienen derecho a inspeccionar sólo un MBI desplegado para comprobar los datos declarados. Según el nuevo START, cada misil, bombardero, lanzador terrestre o naval tendrá su propio número de identificación. Esto facilita las inspecciones.

La reducción del número de inspecciones en el tratado actual es una ventaja para Rusia. EEUU siempre estaba interesado en estas inspeciones, ante todo, en la época de la Guerra Fría.

Washington considera que Moscú tiene más posibilidades de ocultar las capacidades reales de sus fuerzas nucleares.

El máximo número de inspecciones es necesario para prevenir la ocultación de datos.

Hoy en día, Rusia también está interesada en el régimen de inspecciones de las fuerzas nucleares estratégicas estadounidenses, ante todo, porque EEUU dispone de un gran arsenal de armas ofensivas estratégicas no desplegadas, o sea, el potencial nuclear estratégico en la reserva.

Es probable que debido a esta preocupación de la parte rusa se haya estipulado la posibilidad de cada parte de efectuar anualmente 8 inspecciones Tipo Dos de las 18 inspecciones en total.

Debido a la reducción del número de inspecciones Tipo Uno, EEUU tiene menores posibilidades de inspeccionar a los MBI rusos en plataformas móviles.

Anteriormente, estas inspecciones causaron mucho malestar a la parte rusa porque no fueron equilibradas por las inspecciones similares por parte de Rusia.

En el nuevo Tratado START Rusia consiguió dos ventajas más en materia del régimen de control e inspección. Ante todo, se canceló la presencia permanente de inspectores estadounidenses en la planta de Votkinsk (República de Udmurtia en la región del Volga), productora de misiles Topol-M, Yars y Bulavá, base del escudo antimisiles de Rusia.

Los rusos realizaban un monitoreo similar en las plantas estadounidenses hasta que EEUU cesó la producción de nuevos MBI en 2001.

Además, según el START, cada una de las partes se compromete a no cifrar los datos de telemetría de sus misiles sólo en cinco casos de lanzamientos de prueba al año.

Recordemos que el tratado anterior prohibía (con una serie de excepciones) cifrar todos los datos telemétricos y estipulaba el intercambio recíproco de esta información.

El tratado vigente tampoco estipula restricciones tecnológicas de fabricación de nuevos tipos de misiles. Esto es muy ventajoso para Rusia que está desarrollando y empieza a desplegar nuevos misiles balísticos (Yars, Bulavá y, en perspectiva, un nuevo MBI de propelente líquido).

Los datos de telemetría de estos misiles grabados durante sus lanzamientos de prueba evidentemente interesan mucho a los estadounidenses para tenerlos en cuenta en el desarrollo de sistemas de defensa antimisil.

A pesar de los cambios anunciados en el régimen de inspecciones e intercambio de datos de telemetría, el nuevo Tratado START prevé la reanudación y desarrollo del intercambio de datos sobre arsenales nucleares estratégicos y las inspeciones mutuas de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia y EEUU que probaron su eficacia durante los últimos 20 años.

Ambos países están interesados en el mantenimiento de este sistema que durante un corto período cesó de funcionar debido a una pausa entre la expiración del plazo de vigencia del tratado anterior, el 5 de diciembre de 2009, y la entrada en vigor del nuevo START.

EEUU y Rusia tuvieron que proceder por primera vez a un intercambio de información sobre sus arsenales nucleares estratégicos el pasado 22 de marzo, es decir, dentro de 45 días después de que el nuevo Tratado START entrara en vigor el 5 de febrero de 2011, tras el intercambio de respectivos documentos de ratificación.

De hecho, el Centro estadounidense para la reducción del peligro nuclear traspasó ya el 20 de marzo a Rusia la base de datos de EEUU que incluye información sobre misiles, lanzadores, bombarderos pesados y ojivas.

El 22 de marzo, Rusia a su vez traspasó a EEUU datos sobre sus arsenales nucleares estratégicos.

Ambos partes asimismo procedieron a un intercambio de información sobre los cambios en la base de datos de armas nucleares  para actualizar la información y asegurar el monitoreo continuo del cumplimiento del Tratado.

En el marco del intercambio de datos, las partes ofrecieron recíprocamente la posibilidad de realizar inspecciones mutuas en el territorio de cada una de las partes.

El pasado 18 de marzo, los expertos rusos tuvieron la oportunidad de conocer un bombardero pesado B-1B en la base aérea de Davis-Monthan, en Arizona.

Cabe mencionar que hoy en día, los bombarderos estadounidenses B-1B no se consideran portadores de las armas ofensivas estratégicas y fueron reconstruidos para realizar otras misiones. Formalmente, los expertos rusos inspeccionaron un bombardero pesado B-1B reconstruido para excluirlo de la lista de los portadores de armas nucleares, según el nuevo START.

Por su lado, los días 21 y 22 de marzo, Rusia ofreció la oportunidad a la delegación estadounidense a inspeccionar el novísimo misil balístico intercontinental ruso RS-24 Yars con ojivas de reentrada múltiple.

Los expertos estadounidenses pudieron inspeccionar tanto el propio misil en la planta de Votkinsk como la lanzadera móvil de este misil emplazada en la base del primer regimiento de misiles (y, hoy en día, el único dotado con los misiles RS-24 en el país) de la 54 División de las Tropas de Misiles Estratégicos desplazada en la localidad de Teikovo (provincia de Ivánovo).

EEUU obtuvo información sobre características tácticas y técnicas del RS-24 que  la distinguen de los misiles de la misma clase (por ejemplo, Topol-M) que están en los arsenales de las Tropas de Misiles Estratégicos de Rusia, y materiales fotográficos necesarios.

Esta fue la primera demostración de los Yars a la parte estadounidense.

Los RS-24 entraron en servicio operacional de la 54 División de las Tropas de Misiles Estratégicos el pasado 4 de marzo.

De acuerdo con el nuevo Tratado, el incio oficial de las inspecciones recíprocas fue previsto para el 6 de abril, dos meses después de la entrada en vigor del nuevo Tratado START.

Ya se anunció que las primeras inspecciones mutuas se realizarán próximamente, durante este mes de abril.

El inicio de estas inspecciones demuestra de hecho que el Tratado START entró en vigor, lo que indudablemente tendrá una influencia positiva en la estabilidad estratégica  y en el clima de las relaciones ruso-estadounidenses.

*Ruslán Pújov es el director del Centro de análisis estratégico y tecnológico de Rusia

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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