Serbia entregó a Ratko Mladic para entrar en Europa

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Si a los serbios les preguntan qué necesitan más, la entrada del país en la Unión Europea o al antiguo jefe militar de los serbios de Bosnia, general Ratko Mladic, entregado al Tribunal Penal Internacional de la Haya por crímenes de lesa humanidad, la mayoría de la población evidentemente se pronunciará por lo primero.

Si a los serbios les preguntan qué necesitan más, la entrada del país en la Unión Europea o al antiguo jefe militar de los serbios de Bosnia, general Ratko Mladic, entregado al Tribunal Penal Internacional de la Haya por crímenes de lesa humanidad, la mayoría de la población evidentemente se pronunciará por lo primero.

La economía y condiciones de vida en Serbia están en tan mal estado que la membresía en la UE parece la única solución de todos los problemas del país balcánico y esto en parte es verdad.

Bruselas anunció en reiteradas ocasiones que todos los obstáculos ante la entrada de Serbia en la UE se levantarían tras la entrega de Mladic al Tribunal de la Haya.

Es por eso que todos los serbios saben que la extradición de Mladic es el precio de ingreso de Serbia en la UE, y en consecuencia, el pasado 1 de junio, Mladic fue recluido en la prisión de la Haya.

Heridas abiertas

En 2008, Belgrado firmó con la Unión Europea un importante acuerdo de asociación, pero en aquella época,  Holanda bloqueó los esfuerzos serbios de ingresar a la UE, porque para este país la extradición de Mladic era "un asunto de honor".

Porque precisamente fueron los soldados holandeses los que vigilaron los campos de refugiados en Srebrenica, en Bosnia, donde tuvo lugar el genocidio contra la población musulmana en julio de 1995 de que se le acusa a Mladic.

Hoy en día, no hay más obstáculos, pero el precio pagado para el ingreso en la UE fue demasiado alto.

La situación en Serbia no es tan simple. Si la capacidad del país de aceptar su complicada historia, reconciliarse con sus vecinos, superar la escisión nacional y un caos en la sociedad que se dividió en los proocidentales y nacionalistas, dependiera sólo del arresto de Mladic, él mismo ya se habría entregado al Tribunal de la Haya hace mucho. Pero no es así.

Las naciones divididas hace poco en varios Estados independientes, incluido Kosovo, no pueden curar sus heridas rápidamente, El carácter nacional serbio se resiste a cualquier tratamiento.

La semana pasada, los partidos radicales convocaron manifestaciones de protesta en los que participaron los serbios que consideran a Mladic como héroe y al presidente Tadic, como traidor a los intereses nacionales y una marioneta de Occidente.

Y todo esto continuará hasta que en la Haya concluya el proceso contra el general de 69 años de edad.

Los medios noticiosos ya han escrito demasiado sobre las causas de la acusación de Mladic. Es extraño que Mladic haya sido reconocido responsable de todos los crímenes antes del juzgado.

Ambas partes cometieron atrocidades durante aquella guerra, pero este tema debe ser analizado e investigado  separadamente.

Por lo visto, este proceso continuará durante varios años. Recordemos que el proceso de ex presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, por ejemplo, duró más de 4 años hasta su muerte en la cárcel.

Es fácil demonizar a una nación

Sería erróneo pensar que la mayoría de los serbios apoyan a Mladic. No es así.

La demonización de los serbios que se inició tras el colapso de Yugoslavia fue necesaria para justificar los bombardeos de la OTAN en 1999. Como resultado de esa campaña, la imagen de Serbia quedó tan distorsionada que los ciudadanos de este país parecían verdaderos monstruos.

Todos los serbios no fueron valorados por sus cualidades nacionales, es decir, la generosidad, lealtad y hospitalidad bien conocidas por todos en los Balcanes, sino a través del prisma de los errores, defectos y acciones repugnantes cometidas por los líderes serbios de aquella época.

Recordemos cómo Milosevic, de hecho, entregó Kosovo.

Pero los políticos, periodistas y analistas acusaron a Serbia de crímenes de guerra, escasa moralidad e incapacidad de reconocer la violencia, actos de genocidio, masacre, etc. y anunciaron que los serbios ya no podrán cambiar ni recuperarse hasta que entreguen a Ratko Mladic.

Esto no tuvo nada que ver con la realidad. La mayoría entiende perfectamente qué hizo Mladic y de qué se le puede acusar.

Pero para esta mayoría que tiene mucho de que preocuparse además de Mladic  su arresto pudo parecer demasiado demostrativo. Como si alguién quisiera recordar a los serbios que son monstruos.

Los nacionalistas y prooccidentales de Serbia reaccionaron de modo distinto a la noticia anunciada. Pero la reacción de la mayoría fue cínica.

Los serbios saben qué es una guerra civil con sus crímenes y víctimas. Más que un 50% de la población del país cree que Mladic acusado de crímenes contra la humanidad debe ser juzgado. Y no sólo él.

Para mucho cuesta entender por qué sólo los serbios se presentan ante el Tribunal de la Haya.

¿Por qué el albano Hashim Thaci, líder de la guerrilla de Kosovo y uno de los capos de la mafia kosovar, responsable de miles de muertes de los serbios e involucrado en el tráfico de órganos, no sólo está en libertad sino sigue ocupando el cargo del primer ministro de Kosovo?

¿Por qué el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia que primeramente condenó y después justificó a Naser Oric, líder de musulmanes bosnios en Srebrenica, acusado de hacer la vista gorda ante la matanza de los prisioneros serbios por sus tropas?

A Mladic le presentarán las acusaciones similares y ya veremos cómo será la diferencia entre este proceso y el anterior.
Los serbios tampoco pueden entender porqué Mladic, Milosevic y ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, no pudieron ser juzgados en Serbia.

En este caso, se podría evitar la escalada de tensión en el país. En Serbia también existen abogados capaces de defender los derechos de todos los acusados.

La amistad eslava sustituida por la cooperación energética

Durante el proceso de búsqueda de Mladic fueron obvios los intentos del Occidente de aumentar la distancia entre Serbia y Rusia. A principios de los 2000, EEUU divulgó rumores que Mladic se escondía en Rusia. Los cables de la embajada de EEUU en Belgrado filtrados por WikiLeaks lo confirmaban.

La causa fue simple. Si Mladic, reconocido como el criminal de guerra, vive en Rusia, entonces es Moscú el que impide el progreso de Serbia, su entrada a la UE y la adhesión a la sociedad occidental civilizada. Fue una táctica eficaz.

En realidad, las relaciones entre Serbia y Rusia se deterioraron antes, en 1999, cuando Moscú no hizo nada para poner fin a los bombardeos de la OTAN.

La reacción del entonces primer ministro ruso, Evgueni Primakov, que ordenó el retorno a casa de su avión que volaba a EEUU en señal de protesta contra la decisión de Washington de bombardear Serbia, fue simplemente un gesto demostrativo.

Hoy en día, está claro que los enlaces históricos que unieron a Rusia y Serbia se rompieron y ahora Serbia eligió la adhesión al Occidente
Eslovenia ya se ha adherido a la Unión Europea. Croacia, Macedonia y Montenegro son candidatos oficiales a ingresar en la UE. En la lista de los candidatos potenciales figuran Albania, Bosnia y Herzegovina y Serbia.

Parece que la cuestión de los Balcanes, una fuente de conflictos desde el siglo XIX, pasará a la historia en breve.
Rusia mantendrá buenas relaciones con Serbia. Pero la amistad entre dos naciones eslavas será sustituida por la cooperación energética.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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