El partido ruso Causa Justa (CJ) sale de la clandestinidad. Esta noticia fue anunciada por el nuevo líder de esta formación política, presidente del fondo ruso de inversiones Onexim, el magate metalúrgico y uno de los hombres más ricos de Rusia, Mijaíl Prójorov, durante el congreso de CJ.
En este congreso celebrado el pasado 25 de junio en Moscú Prójorov fue eligido presidente de CJ capaz de reformar y reorganizar el partido en cuestión.
Zar, dios y comandante en jefe
Según un veterano de este partido que engrosó sus filas en la época cuando se denominaba Elección de Rusia, Borís Nadezhdin, hoy en día, Prójorov tiene poderes prácticamente ilimitados como “zar, dios y comandante en jefe”.
De acuerdo con los estatutos enmendados de CJ, su líder tiene derecho de admitir nuevos miembros al partido y excluirlos, así que formar la lista electoral del partido para las elecciones próximas a la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso) en las que Prójorov aspira a conseguir escaños.
En realidad, el oligarca ruso caracterizó como salida de la clandestinidad un posible regreso de CJ al parlamento donde los anteriores partidos rusos de corte liberal, Elección de Rusia y Unión de Fuerzas de Derecha, disponían de fracciones.
Antes de ser formalmente elegido como líder de CJ, Prójorov pronunció un discurso ante el congreso del partido. Se comportó con soltura y seguridad, de acuerdo con la atmósfera del congreso donde las mujeres hermosas recibían sonriendo a los delegados y huéspedes animados con la perspectiva real de entrar en la Duma de Estado y varias asambleas legislativas regionales.
En todo caso, el nuevo líder prometió que haría todo lo posible para lograr éxito aunque no está claro cómo podrá conseguirlo.
Por un lado, Prójorov exhorta a dejar de utilizar términos como “partido de oposición” respecto a CJ porque este concepto se asocia con grupos marginales y aspira a convertir a CJ en el segundo partido del poder. Según él, en Rusia "al menos debería haber dos partidos poderosos y no sólo uno como ahora".
Por otro lado, en su discurso pronunciado en el congreso Prójorov utilizó las tesis típicas para la oposición, ya que hizo constar la necesidad de reformas en todos los sectores, cultural, social, político, y llamó a descentralizar el poder y oponer al partido oficialista Rusia Unida, el principal rival de CJ en los próximos comicios.
Los líderes de tres partidos representados en la cámara baja del parlamento ruso, además de Rusia Unida, suelen pronunciar discursos similares. Las declaraciones críticas de Prójorov fueron demasiado generalizadas.
Discursos permitidos
Aunque el multimillonario debutó en la arena política, parece que ya sabe observar la etiqueta pronunciando declaraciones críticas. Además, se comportó de modo como si supiera que aún si él y su partido no reunirá el mayor por ciento de votos en las elecciones legislativas que se celebrarán en Rusia en diciembre de 2011, nadie se atreverá a ponerle obstáculos.
Prójorov sabe perfectamente que el presidente ruso, Dmitri Medvédev, en reiteradas ocasiones expresó su deseo de que un partido derechista sea representado en el parlamento.
Pero ¿es CJ, de hecho, un partido del corte liberal? Da la impresión de que Prójorov también excluyó premeditadamente de su discurso todos los vocablos que contengan la raíz “liberal” y dio al capitalismo y a la privatización una característica más bien negativa. Según él la privatización es “apropiación de lo que fue creado por otros”.
Al fin y al cabo, Prójorov insistió en que su partido no esté orientado a los empresarios o intelectuales sino a los ciudadanos comunes y corrientes y ante todo a los padres de familia.
Problema de pérdida de confianza
El nuevo líder destacó que sus copartidarios no sólo deberán cambiar los estatutos y el programa del partido sino también su psicología.
Como se sabe, el partido Causa Justa fue constituido en noviembre de 2008 como resultado de la fusión de tres formaciones políticas de tendencia liberal, Unión de Fuerzas de Derecha, Partido Democrático y Fuerza Civil.
En las elecciones legislativas celebradas en Rusia en 2007 los tres partidos anunciados reunieron juntos el 2,14% de votos. Es decir, estas formaciones no tuvieron ningún futuro y su desaparición del mapa político de Rusia pasó desapercibido.
Pero estos partidos no aniquilaron sino trasformaron engullidos por Causa Justa que obtuvo la posibilidad de tripilcar las fuerzas para luchar por los votos del electorado y por escaños en asambleas legislativas.
Desgraciadamente, los electores que recuerdan muy bien a los partidos predecesores de Causa Justa muestran la falta de confianza en esta formación también.
La última oportunidad de los liberales
Hoy en día, Prójorov planteó la tarea de volver a ganar esta confianza. Sea como sea, el nuevo líder de Causa Justa tendrá que luchar por los votos de una relativa minoría que respeta la privatización y negocios privados y no interpreta negativamente el vocablo “liberal” ni tampoco siente nostalgia por lo soviético sino ya había arraigado en el capitalismo.
Existen varias opiniones sobre la cantidad de esta minoría constituida por las personas activas, independientes y competentes, pero, según varios datos, es mucho más que un 7%. Hasta hoy en día, esta gente no necesitaba un partido especial que represente los intereses liberales, ya que prefirieron votar por el partido del poder partiendo de un pragmatismo general.
En su época, uno de los predecesores de Causa Justa, Elección de Rusia, fue uno de los partidos del poder que reunió un 15% de votos.
En su lista electoral figuraron ministros y viceprimeros ministros rusos, incluido el fallecido economista, padre de la llamada “terapia de choque” en la economía e impulsor de reformas liberales en Rusia a principios de los 90, Yegor Gaidar, y ex ministro ruso de Energética y principal ideólogo de las polémicas privatizaciones llevadas a cabo tras la desintegración de la URSS, Anatoli Chubais.
Mijaíl Prójorov no podrá conseguir tales resultados a pesar de las modernas tecnologías políticas y recursos administrativos. Su Causa Justa nunca se convertirá en un partido del poder.
En caso de que CJ supere la barrera electoral del 7% y sea representada en la cámara baja del parlamento ruso, esto ya podrá considerarse como éxito. En caso contrario, el partido y su nuevo líder seguirán cada uno por su camino.
El milmillonario volverá a sus negocios y Causa Justa abandonará la gran política. A juzgar por todo, es la última oportunidad de reanimar en Rusia un partido que no disimula su tendencia liberal.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
