Rusia necesita reformar su industria militar

© RIA Novosti . Vladimir Fedorenko / Acceder al contenido multimediaYuri Solomónov
Yuri Solomónov - Sputnik Mundo
Síguenos en
El escándalo en torno al nuevo programa ruso de fabricación de armamento y material bélico continúa.

El escándalo en torno al nuevo programa ruso de fabricación de armamento y material bélico continúa.
 
El director general del Instituto de Tecnología Térmica  de Moscú y diseñador de los misiles balísticos de combustible sólido “Topol” “Yars” y “Bulava”, Yuri Solomónov, afirmó al diario ruso Kommersant que los pedidos en el marco del programa nacional de fabricación de armamento para 2011 no se podrán cumplir porque “hasta la fecha no se ha suscrito un solo contrato sobre armas estratégicas nucleares”.

“Es algo sin precedentes en los últimos 14 años porque, a más tardar, el departamento militar firmaba los contratos a finales de abril o a mediados de mayo”, dijo Solomónov.

Las declaraciones del jefe de una de las mayores empresas del sector de defensa de Rusia preocuparon al presidente ruso, Dmitri Medvédev, que, durante una videoconferencia, ordenó al ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, establecer y castigar a los responsables de un eventual incumplimiento del plan de compra de armamentos, y si resultan falsas o exageradas las declaraciones de que el plan no se cumplirá, entonces castigar a los que difunden el pánico.

“¿Recuerda que durante la guerra fusilaban a los que provocaban el pánico? Le autorizo a despedir a los responsables. ¿Me entiende?”, dijo Medvédev, y Serdiukov asintió con la cabeza.

En mayo pasado, se emprendió un intento de reanimar el programa nacional de fabricación de armamento y material de manera similar. Todos los contratos sobre la fabricación de armamentos debían ser firmados hacia el pasado 15 de abril. Medvédev echó una buena reprimenda a los dirigentes del complejo industrial militar que hasta la fecha habían incumplido el plan y prorrogó el plazo hasta las finales del mayo.
 
Varios funcionarios fueron despedidos, pero los periodistas sacaron a la luz pública que la mayoría de los funcionarios sancionados habían sido despedidos antes del anuncio oficial.

¿Qué pasa con el programa ruso de fabricación de armamento para las Fuerzas Armadas del país? ¿Por qué surgen tantos problemas con el suministro de armas cuando el gobierno destina cada vez más dinero para su fabricación?

Contratos sin cliente

El problema principal consiste en que Rusia carece un sistema que regule la gestión de los contratos destinados para la Defensa. El proceso de adquisición de armamento no está vinculado con el proceso de su fabricación por empresas nacionales. Y el Ministerio de Defensa ruso hace la vista gorda ante esto.
 
El departamento militar de Rusia compró portahelicópteros Mistral en Francia, aviones no tripulados en Israel, carros blindados IVECO en Italia. Tras criticar los tanques de fabricación nacional, la entidad anunció que “sería mejor adquirir  carros de combate alemanes Leopard”. Esto pone en evidencia una tendencia alarmante: el Ministerio de Defensa ruso necesita armamento moderno listo para su utilización y no quiere prestar atención a los asuntos relacionados con su fabricación.
 
Los militares rusos no aceptan el armamento y material bélico fabricado por las empresas nacionales si no están satisfechos con su calidad. Exigen modificar sus características, como fue en el caso de aparatos aéreos no tripulados rusos tras la fir,a de contrato con Israel y casi tuvo lugar con el desarrollo del carro blindado ruso “Tigr” durante las negociaciones con IVECO, o simplemente compran el armamento occidental.

En parte, la postura de los militares es comprensible. El Ministerio de Defensa no puede ser responsable de la planificación de los procesos de fabricación de armamaneto y material bélico. Este asunto debería ser el trabajo de un organismo competente de coordinación interdepartamental supeditado al gobierno federal.

Formalmente, este asunto es competencia de la Comisión Industrial Militar subordinada al gobierno de Rusia y encabezada por el viceprimer ministro, Serguei Ivanov.

 Esta comisión debe coordinar la ejecución de los contratos sobre la compra de armamento con la capacidad de fabricación de las empresas de la industria militar nacional,  asegurando de esta manera la ejecución del programa de fabricación de armamento y material bélico y el desarrollo del sector de defensa.

En realidad, el Estado no controla la gestión productiva de las empresas del sector de defensa. Sus esfuerzos de consolidar activos en holdings apenas reforzaron una especie de control. El problema principal consiste en que el gobierno si puede controlar las operaciones en un consorcio de defensa pero es incapaz de hacerlo respecto a los subcontratistas privados que hay muchos en el sector.

La mayoría de estos subcontratistas tienen el monopolio en determinados segmentos del mercado. Se trata de fabricantes de aleaciones especiales, materiales compuestos, componentes electrónicos y otras piezas que utilizan en la fabricación de armamento y material bélico.

Mercado salvaje

Los dirigentes de las mayores empresas de defensa atribuyen todos los problemas, incluido el incremento infundado de los precios, a sus socios monopolistas que trabajan en el mercado libre y pueden fijar cualquier precio a sus productos. En resultado, los precios del armamento y material bélico crecen más rápido que el volumen de los pedidos.

Tras la reunión con Dmitri Medvédev, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, informó a los periodistas que su departamento no pudo concertar un 18% de los contratos con el complejo militar-industrial del país (por unos 108.000 millones de rublos o cerca de 3.900 millones de dólares) porque los precios se dispararon.

Serdiukov citó como ejemplo el Instituto de Termotecnia de Moscú, que según el titular de Defensa ruso, propuso alzar el precio de una serie de sus productos en 3,9 mil millones de rublos en 2011 y de otros modelos, en 5,6 mil millones de rublos.
 
El programa ruso de fabricación de armamento y material bélico prevé destinar más de 20 billones de rublos (US$726 mil millones)  hasta 2020. La industria de defensa que durante los últimos 20 años carecía dinero lo recibió. El gobierno distribuirá los recursos entre las mayores empresas y espera recibir el producto. ¿Cómo? Esto es el problema de contratistas.

Durante los últimos 20 años, se produjo un cambio fundamental en la ideología. Hoy en día, se cree que cualquier problema puede resolverse con dinero y, al contrario, todos los problemas consisten en la falta de dinero.

¿Quizá sea necesario cambiar de esta visión equívoca? El gobierno no debe sólo destinar recursos a la industria de defensa sino también desarrollar el complejo militar industrial conjuntamente con esta industria. En caso contrario, deberá comprar tanques en Alemania.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала