Las razones que puede tener un chino para comprar una parcela en Islandia

© Foto : Maria KarasovaIslandia
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El tema que más se discute ahora en Islandia es la “venta de la patria”.

El tema que más se discute ahora en Islandia es la “venta de la patria”. Un millonario chino, poeta, deportista, entusiasta del turismo, especialmente del turismo de aventura, miembro leal del Partido Comunista Chino y número 161 en la lista de las 400 personas más ricas de China, Huang Nubo, quiere comprar 300 kilómetros cuadrados de la “isla de los glaciares” para desarrollar allí el turismo de aventura y hotelería. Su fortuna personal asciende a unos 900 millones de dólares.

La oferta china a los escandinavos

En los últimos 10 años China fija una atención especial en las regiones nórdicas del planeta, donde muy pronto el cambio climático facilitará la navegación marítima y el acceso a los recursos minerales. Pekín necesita ambas cosas, por lo tanto la noticia sobre la eventual compra de las tierras islandeses convulsionó a todos los países nórdicos, apareciendo en primera página de todos los periódicos: tales “maniobras geográficas” de los gigantes no es ninguna broma.

En serio, cuando el Oriente vuelve su mirada hacia el Norte y el país, cuya población alcanza 1.347 millones de personas, planea adquirir tal cantidad de tierra, cualquiera se queda perplejo.

La operación ya está acordada con los dueños en la finca Grímsstadir á Fjöllum (que significa Grímsstadir cerca del río Fjöllum). Su terreno representa un 0,3% del territorio de Islandia y es equivalente a una tercera parte de la superficie de Hong Kong.

Si los islandeses quisieran comprar un lote proporcional en el territorio de China, la “parcela” tendría unos 29 mil kilómetros cuadrados, que equivale al territorio de Bélgica.

Por cierto, en las páginas de inmobiliarias islandesas la oferta de venta ya no figura, es decir,  los propietarios del lote ya aceptaron la oferta del empresario chino.

Sólo falta recibir el visto bueno del gobierno de Islandia al que pertenece el 25% de las tierras del país. Ahora todo el mundo espera la decisión del ministro del Interior Őgmundur Jónasson que prometió estudiar las condiciones de la operación, su conformidad a lo estipulado en la Constitución y consultar al Parlamento.

Jónasson recordó que  el derecho de los extranjeros a adquirir la tierra islandesa está limitado legislativamente, y no obstante, es muy probable que la decisión sea positiva.

Al fin y al cabo, existen formas para hacer excepciones. Islandia quiere desarrollar el turismo. Los chinos ayudarán a llenar el mercado, lo cual, después de la catastrófica crisis financiera de 2008 y la quiebra simultánea de los cuatro bancos más importantes del país nórdico, ese negocio les vendrá muy bien.

El precio de Islandia

Huang Nubo ofrece 8 millones de dólares por el solar, y en  los próximos tres o cuatro años planea construir un hotel de cinco estrellas de 120 habitaciones, campo de golf, baños termales y otras instalaciones turísticas y habilitar sendas para turismo ecológico. El mismo Huang Nubo asegura que esto atraerá allí a la élite empresarial china. Se calcula que las inversiones necesarias constituirán de 85 a 175 millones de dólares. 

Grímsstadir á Fjöllum y sus inmediaciones es una buena zona para el turismo de aventura. Esta parte de Islandia es la más seca de la isla y la menos explorada.

Por cierto, es en esta zona donde en su tiempo se familiarizaban con la superficie “lunar” los astronautas estadounidenses Neil Armstrong y Buzz Aldrin, uno de los cuales (Armstrong) fue el primer hombre en pisar la Luna en 1969.

Es más, el empresario chino está dispuesto a ir todavía más lejos y construir un hotel super moderno de 300 habitaciones en la misma capital islandesa, Reikiavik, para convertirlo en la sede islandesa de su empresa. Costará 175 millones de dólares más. Es un asunto tan serio (tanto para Islandia como para Huang Nubo) que ya fue discutido no tan sólo entre las partes, sino también con el ministro de Asuntos Exteriores Őssur Skarphédisson.

Un amor sospechoso

El problema está en el increíble entusiasmo del empresario chino. Los islandeses siguen sin comprender el amor del antiguo alto cargo del Partido Comunista de China hacia su isla, con un clima inhóspito e elevada actividad sísmica.

Huang Nubo explica con que se encariño con Islandia en sus años de mozo, en los años 1970, cuando era estudiante de la Universidad de Pekín, tras conocer a su vecino de residencia, el islandés Hjörleifur Svenbjörnsso, ahora reconocido escritor, lingüista y traductor del chino.

Huang Nubo empezó a materializar su sentimiento el año pasado, cuando creó, tras invertir un millón de dólares, la Fundación Cultural Chino-Islandesa en Reikiavik para fortalecer la cooperación cultural entre los dos países. En octubre la Fundación llevará a cabo su primer evento importante – un foro poético en la capital islandesa.

Cabe mencionar que la actividad empresarial de Huang Nubo no se limita a Islandia. Su empresa, fundada en 1995, se especializa en hotelería, turismo y compraventa de inmuebles en todo el mundo.

En 2003 el empresario chino construyó un gran centro comercial en Los Angeles y compró alrededor de mil hectáreas en Nashville. En Nueva York edificó el Centro Cultural y Comercial Chino en el que invirtió 73 millones de dólares.

Pero nada de esto puede compararse a las compras planeadas en la “isla de los glaciares”. La comunidad china en Nueva York supera toda la población de Islandia. Así que el Centro cultural chino en la ciudad estadounidense es comprensible, mientras el interés del chino hacia el país nórdico es inexplicable.

Muchos medios internacionales y los amantes de la teoría de la conspiración afirman que el turismo sólo es un pretexto de los chinos para obtener tierras, instalarse en ellas y crear, de esta manera, una base en la ruta marítima del Norte, de China a Europa.

Reikiavik, club para marinos chinos

Señalan incluso que Grímsstadir está muy cerca de la costa (en realidad, en Islandia todas las poblaciones más o menos importantes lo están) y podrá servir a los chinos de lo que buscan – un puerto de aguas profundas.

Entretanto, China realmente está estudiando las perspectivas de las rutas marítimas nórdicas. El camino de China a Europa a través del canal de Suez es de 11 mil millas náuticas. De navegar por la ruta marítima rusa del Norte, los buques comerciales acortan la distancia en casi 6 mil kilómetros y tardan 10 días menos. El ahorro de combustible y tiempo para cada buque es de 300 a 600 mil dólares. Y el deshelo provocado por el cambio climático hará que las rutas nórdicas (en Rusia y Canadá) sean navegables durante más tiempo.

China ya se está preparando para ello y empieza a sacar resultados prácticos de sus programas de investigación científica de Ártico. El rompehielos Xuelong (Dragón de Nieve), el más grande rompehielos no nuclear del mundo, construido, por cierto, en Ucrania en la época soviética, realiza expediciones árticas con regularidad.

Y es que Pekín, siendo una de las más grandes economías mundiales, tiene mercados de venta adonde llevar sus productos y también necesita importar. De modo que se trata de inversiones colosales.

China ya pretende al estatuto de observador en el Consejo Ártico. Esta organización regional creada en 1996 está integrada por Canadá, Dinamarca, EEUU, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia.

Tal vez Huang Nubo presienta que los marinos chinos muy pronto necesitarán un lugar a medio camino para echar anclas y descansar.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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