Nikolai Makárov, Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, declaró que el país se habría quedado sin Ejército para el año 2014 si no hubiese iniciado la reforma militar.
Veneno y remedio
La reforma militar en muchas ocasiones se somete a críticas por parte de la sociedad y diversas fuerzas políticas. Este proceso de reorganización es uno de los más importantes que ha tenido el Ejército ruso en toda su historia.
Durante la reforma, se tomaron varias decisiones que fueron revocadas posteriormente. Ha habido varias razones de peso para efectuar algunos de los cambios.
La situación ha mejorado
Nikolái Makárov expuso en una audiencia en qué estado se encontraban las Fuerzas Armadas de Rusia al inicio de la reforma.
Declaró que el país podría quedarse sin Ejército para el año 2014 si se hubiese mantenido el programa anterior de fabricación de armamento y material bélico para el período de 2006-2015, y no hubiese iniciado la reforma militar.
Makárov afirmó que en el 2008, sólo un 17% de las unidades del Ejército ruso estaban disponibles permanentemente. La mayoría de estas unidades pertenecía a las Fuerzas Nucleares Estratégicas, Tropas Aerotransportadas y tropas del Distrito Militar del Cáucaso del Norte, y estaban desplegadas en las regiones donde había conflictos.
Según el jefe del Estado Mayor de las FF.AA, en aquel momento se necesitaba casi un año para transformar todas las estructuras en unidades de disponibilidad permanente. Pero hoy en día, ningún Ejército dispone de tanto tiempo para desplegar sus unidades en el caso de que surja una guerra.
De acuerdo con los datos estadísticos expuestos por Makárov, en el período de 1996 a 2008, del 60 al 91% de los oficiales graduados en las academias militares de Rusia abandonaban el Ejército durante los tres primeros años del servicio, y un 30% de éstos, inmediatamente tras graduarse.
Un 83% del armamento y material bélico estuvo almacenado en depósitos especiales y bases militares. Un 90% de este material se estropeó.
Hay que recordar que en 1991, un 30% (1,2 millones de militares) de los efectivos del Ejército hicieron el servicio militar en los depósitos de armamento y material. Tras el colapso de la URSS, la situación empeoró todavía más.
Reducción del personal
La reforma militar en Rusia llevó consigo una importante reducción de personal ya que eran demasiados los militares que aún quedaban de los tiempos de la URSS y hubo que recortar su número.
Sobre todo, se decidió disminuir el número de soldados de reemplazo. Resultó muy complicado optimizar el número de los oficiales de alto rango, generales de logística y del Estado Mayor.
Se tr
ata de las unidades desplegadas en la época soviética en los países de Europa del Este. Cuando estas unidades dejaron de ser necesarias hubo que incorporarlas a otras. Pero la reducción afectó, en primer lugar, a los soldados.
Se prefirió que los oficiales se quedaran en el Ejército ya que en caso de despedirles el Ministerio de Defensa se vería obligado a adjudicarles una vivienda propia, según lo estipulado en la Ley.
Según Makárov, el resultado obtenido para el 1 de enero de 2008 fue el siguiente: la reducción de oficiales fue de un 34% y la del cuerpo de suboficiales y alféreces de navío superó el 50%.
Hoy en día y para hacer una comparación, las Fuerzas Armadas de EEUU los oficiales representan un 15,5% del total de los efectivos.
Además, en 2008, un 65% de los oficiales del Ejército ruso fue de alto rango. Se prevé que, una vez llevada al cabo la reforma actual, la parte de oficiales de alto rango se reducirá un 70-80%. Pero el número de oficiales de escala inferior aumentará un 20-30%.
Exageración próxima a la realidad
Al valorar las tesis expuestas por Makárov, el subdirector del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Konstantín Makienko, dijo a RIA Novosti que se trata de “una exageración próxima a la realidad".
“Es suficiente con observar lo que está ocurriendo en el Ejército ucraniano. Las Fuerzas Armadas de Rusia se encontraban en una situación similar en 2006 y 2007. Se redujo el número de efectivos con capacidad combativa. Los soldados se convirtieron en los guardias de los depósitos de armamento y material”, dijo Makienko.
Según Nikolái Makárov y varios estudios publicados, la necesidad de transformar radicalmente las Fuerzas Armadas fue necesaria en 2006 y 2007. Pero la reforma no se inició hasta finales de 2008.
La gota que colmó el vaso del Kremlin fue la campaña militar rusa en Osetia del Sur iniciada tras la agresión georgiana contra la población suroseta en agosto de 2008.
Se descubrieron serias deficiencias en la estructura, en el sistema de mando y en la cadena de subordinación de las FF.AA y el Ministerio de Defensa encabezado por Anatoli Serdiukov recibió luz verde para llevar a cabo la amplia reforma militar.
Donde se come pan, migajas caen
El Estado decidió descomponer su Ejército por completo para construirlo de nuevo. Sólo el zar ruso Pedro el Grande se atrevió a hacer lo mismo. Pero la situación actual de las Fuerzas Armadas es muy grave y necesita transformaciones radicales.
La reforma afectará a todos, tanto a los oficiales como a la industria de Defensa. Por ejemplo, durante la intervención ante la Cámara Pública de Rusia, el general Makárov sometió a duras críticas a los fabricantes rusos de armamento y material bélico afirmando que es baja la calidad de sus productos en comparación con las armas producidas en el extranjero.
Algunos expertos expresaron dudas de que Makárov tenga razón.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
