El arcipreste Chaplin: Pussy Riot, Putin y el amor de Dios

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El arcipreste Chaplin: Pussy Riot, Putin y el amor de Diosel

Al responder a las preguntas sobre el caso de las activistas del grupo Pussy Riot que están en prisión preventiva, el arcipreste Vsévolod Chaplin dio un corto suspiro.

De ese modo, manifestó su fastidio e irritación indisimulada con respecto a este caso, que ha dividido a la sociedad rusa.

“Un país cristiano debe actuar decisivamente si uno de sus lugares sagrados es atacado”, dijo Chaplin, y se oyó el eco de su voz profunda desde el alto techo de la iglesia del siglo XVIII de Moscú donde es arcipreste.

En febrero pasado, se celebró una acción de protesta sin precedentes contra el entonces primer ministro y actual presidente de Rusia, Vladímir Putin, y contra su apoyo por parte de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Cuatro mujeres con máscaras del ya conocido grupo de feministas Pussy Riot interpretaron ante el altar principal de la Catedral de Cristo el Salvador de Moscú, lugar vedado para todos excepto sacerdotes, una canción llamada “oración punk” pidiendo a la Virgen María que eche del poder a Vladímir Putin.

“Si uno me ofende personalmente a mí, le perdonaré”, dijo Chaplin. “Pero si uno ofende mi fe o a mi Dios, esperaré hasta que cambie de postura y admita que no ha tenido razón”, agregó. “Dios no perdona nuestros pecados si no nos arrepentimos de veras,” afirma y añade: “Es una idea anticristiana que Dios nos perdona a todos”.

Vsévolod Chaplin, de 44 años, es jefe del Departamento sinodal para las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) y la sociedad. Aunque no es portavoz oficial de la IOR, su participación activa en debates públicos le convirtió de hecho en un representante de la Iglesia en el caso de Pussy Riot mientras dura la aguda polémica respecto a las tres integrantes de este grupo, dos de las cuales son madres de niños pequeños, que permanecen bajo arresto durante mucho tiempo.

¿Deben salir a la libertad las activistas de Pussy Riot?

Tres integrantes de Pussy Riot, banda de punk feminista inspirada por el movimiento estadounidense del los 90 Riot Girl, fueron detenidas en marzo pasado y desde aquel momento permanecieron en prisión preventiva a la espera del juicio que puede condenarlas a una pena carcelaria de hasta siete años por gamberrismo.

Este caso se convirtió en breve en una de las epopeyas legales políticamente motivadas en Rusia y en una causa célebre para los abogados internacionales. El Consejo de Derechos Humanos adjunto al presidente de Rusia y las personalidades de la cultura rusa sometieron a duras críticas la decisión de mantener bajo arresto a las activistas de Pussy Riot, ninguna de las cuales ha cumplido 30 años.

Los abogados del grupo denuncian la presión por parte del Kremlin y acusan a las autoridades judiciales de abuso de poderes, lo que recuerda a la época de las represiones estalinistas.

A las mujeres sospechosas de participar en la “oración-punk” en uno de los templos más importantes de Rusia las acusaron de practicar el satanismo junto con la cooperación de agentes de Estados extranjeros.

Al comentar el caso de manera que recuerda los procesos contra las brujas en la Edad Media, el abogado de un guardia de la Catedral de Cristo el Salvador, que dice que duerme mal después de que activistas de Pussy Riot presentasen allí la canción de contenido sacrílego, declaró la semana pasada que el objetivo del grupo fue empujar a los creyentes hacia Satanás.

“Los enemigos reales de nuestro Estado y la Iglesia están detrás de esto”, dijo el abogado Mijaíl Kuznetsov al periódico Moskovskie Novosti. Según él, el grupo Pussy Riot forma parte de una red global de satanistas que también son responsables de los monstruosos atentados terroristas del 11 de septiembre en EEUU.

Chaplin desmintió las tesis que la Iglesia Ortodoxa Rusa debería dar prueba de caridad y pedir a liberar a las activistas de Pussy Riot. Mientras, a un número considerable de los creyentes rusos les preocupa que durante el período de arresto tan prolongado de las feministas que protestaron contra Putin la Iglesia no haya solicitado en público que se les concediera la libertad.

La postura de la Iglesia no coincide con los ánimos que prevalecen en la sociedad, al menos en Moscú. Según los resultados de un sondeo de opinión pública llevado a cabo por la encuestadora independiente Levada Center en este mes de julio, un 50% de los moscovitas se pronuncian contra la pena carcelaria de las integrantes de Pussy Riot, mientras que solo un 36% apoyan esta medida.

“Si se arrepienten la Iglesia cambiará de postura, pero no podemos interferir en el trabajo de las autoridades judiciales”, dijo Chaplin. “Cuando el veredicto sea dictado será posible evaluar el desarrollo de los acontecimientos”, agregó.

“No hay perdón sin arrepentimiento,” afirma Chaplin y agrega: “Y no veo que se hayan arrepentido”.

El caso polémico de Pussy Riot suscitó pasiones que revelaron una brecha entre los que se pronuncian por encarcelar a las activistas del grupo y los que temen que este caso pueda crear un precedente catastrófico para Rusia. Pero Chaplin expresa su opinión casi sin manifestar emociones, como si estuviera seguro de que Dios habla por su boca.

“En realidad, ya todo se ha dicho”, dijo el arcipreste con sonrisa. “Y ahora es necesario dejar al tribunal a trabajar tranquilamente”, agregó.

División en la sociedad

El caso de Pussy Riot refleja un problema más amplio en Rusia, donde la nueva clase media educada busca participar más activamente en la vida política del país y ejerce presión sobre el sistema de “democracia controlada” creado por Putin.

Y la Iglesia no quedó al margen de lo que Putin bautizó este año como “batalla por Rusia”. En la antesala de las elecciones presidenciales que se celebraron en Rusia el pasado 4 de marzo, el Patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, de 65 años de edad, proclamó a Putin “el salvador” del país en un programa televisivo. Putin fue elegido presidente de Rusia por la tercera vez por aplastante mayoría de votos.

Pero Chaplin no está de acuerdo con la opinión de que esta manifestación de apoyo a Putin por parte del Patriarca ruso fue inapropiada en el país cuya Constitución estipula que la Iglesia está separada del Estado.

“El Patriarca debe manifestar su opinión positiva o negativa respecto a los políticos”, señala Chaplin. “Y sus comentarios no sorprenden”, agregó el arcipreste, que desmintió a los rumores de que un 65% de los electores que son de fe cristiana ortodoxa calificaron esta declaración del máximo jerarca de la IOR como inadmisible, como si Dios les hubiera indicado por quién votar.

“Es normal para los creyentes rusos que el Estado y la Iglesia mantengan una estrecha cooperación”, afirmó. “Deben tener los mismos valores y cooperar en la mayoría de los sectores”, agregó.

La cooperación entre la Iglesia y el Kremlin es evidente y, según Chaplin, debe convertirse en el fundamento del futuro sistema político del país más grande de la Tierra.

“El sistema político de Rusia está desarrollándose y espero que este desarrollo vaya en la dirección de las tradiciones políticas y la cultura política propias a los ciudadanos de Rusia que se distinguen de los ciudadanos de Occidente”, destacó Chaplin. “Espero que nuestro sistema político no sea similar al modelo occidental. Y tanto los líderes rusos como los occidentales lo entienden”, agregó.

“La separación entre lo secular y lo religioso es un grave error de Occidente”, continúa el arcipreste. “Es un fenómeno monstruoso que apareció en la civilización occidental y la matará política y moralmente”, agregó.

Riquezas de la Iglesia

La ‘oración punk’ de Pussy Riot fue una de las manifestaciones de las crecientes preocupaciones suscitadas entre los creyentes por los rumores sobre la influencia política de la Iglesia Ortodoxa Rusa y sobre una vida de lujo que llevan sus líderes.

El Patriarca Kiril fue objeto de críticas sin precedentes en abril pasado. El máximo jerarca de la IOR insistió en una entrevista en que él nunca se había puesto el reloj Breguet valorado en 30.000 dólares que le habían regalado. Según él, la foto colgada en Internet en la que aparece con este fue un montaje.

Pero los internautas, a los que no se les escapa nada, descubrieron una foto oficial del Patriarca con el reloj de lujo en la muñeca publicada en el sitio web del Patriarcado de Moscú. En menos de las 24 horas el reloj desapareció de la muñeca de Kiril. Pero los administradores de la página retocaron la imagen de manera tan ruda que dejaron intacto su reflejo en el barniz de la mesa donde el jerarca apoya su brazo. Esto fue objeto de burlas en Internet.

“Fue una mala idea de borrar el reloj, una estupidez”, dijo Chaplin al respecto. “Creo que el Patriarca tiene derecho de usar el reloj que quiera”, afirmó. “Cuando fui presentador de un programa de radio, una vez me llamó una mujer y dijo: ‘Si tuviera dinero le compraría un reloj adornado de diamantes porque es mi Patriarca’. Muchas personas coincidirían con ella. Es una tradición de la fe ortodoxa”, señaló.

“Incluso en la época de guerra o del hambre los creyentes entregaron sus objetos más valiosos a la Iglesia. En la época de pobreza se construyó las iglesias, se las decoró y se construyó los edificios de vivienda para los clérigos”, explicó Chaplin. “Los oficios religiosos que celebra el Patriarca Kiril en la Iglesia son de importancia especial. Es el símbolo de la Iglesia y de Jesús Cristo triunfante”, agregó.

Putin y KGB

A Chaplin no le preocupa el pasado del presidente ruso, Vladímir Putin, cuya carrera se inició en el seno del Comité de Seguridad de Estado (KGB).

El jefe del Departamento sinodal para las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) y la sociedad tampoco cree que la manifestación por parte de Putin de sus sentimientos religiosos en público contradiga a su anterior trabajo en los servicios secretos de la URSS, el primer país en el mundo donde el ateísmo era la ideología dominante.

“Incluso los representantes de los servicios de seguridad soviéticos y militantes del Partido Comunista bautizan a sus hijos”, dijo Chaplin. “El ateísmo en la Unión Soviética solo reflejaba la ideología dominante en este país y pocas personas eran adeptos a esta”, agregó.

Chaplin también desmiente los rumores de que la KGB se infiltró en la Iglesia Ortodoxa en la época soviética, calificándolo como “un mito absoluto”.

Además, el arcipreste defiende a la Iglesia de las críticas difundidas, que atribuyen su supervivencia a la cooperación con el Gobierno soviético.

“La Iglesia se ve obligada a mantener diálogo con cualquier sistema gobernante, incluso con el anticristiano, sea en el Imperio Romano o en la URSS”, dijo. “No hay nada malo en la cooperación con las autoridades soviéticas”.

“No creo que el sistema político en Occidente sea mejor para el cristianismo que el sistema soviético”, añadió.

Según un informe sobre las represiones estalinistas preparado por la comisión presidencial en 1995, 200.000 clérigos fueron fusilados en la época soviética. El Patriarcado de Moscú afirma que las autoridades soviéticas ejecutaron a 80.000 personas por ser adeptos a la fe ortodoxa en 1937, cuando el terror del dictador soviético Iosif Stalin alcanzó su apogeo.

Chaplin asiente con la cabeza para confirmar que, según su opinión, actualmente Occidente ejerce una influencia igualmente negativa en el cristianismo como la Unión Soviética en la época del gobierno de Stalin.

El arcipreste recuerda con nostalgia cómo se hizo adepto a la fe ortodoxa en la época soviética, cuando reinaba el ateísmo y en las iglesias que sobrevivieron la campaña antirreligiosa lanzada por los bolcheviques se ubicaban con frecuencia los almacenes o talleres de reparación.

“Encontré a Dios en 1981, como la mayoría de los cristianos jóvenes de la URSS que lo hicieron en la década de los ochenta. Mis padres fueron agnósticos convencidos”, recuerda Chaplin. “Fue un milagro, como dice frecuentemente la máxima autoridad de la IOR. La gente que no tenía educación religiosa y solo sabía de la religión lo que habían leído en los manuales soviéticos de repente empezó a creer en Dios”, dijo.

“Mis padres se opusieron a esto. No puedo decir que mi padre estaba de acuerdo con todo lo que pasaba en la URSS, pero fue ateo convencido y adepto al culto de la ciencia popular en aquella época”.

El bloguero Alexei Navalni y el amor de Dios

Este año Chaplin sostuvo reuniones informales con el bloguero Alexéi Navalni, uno de los líderes de la oposición espontánea rusa.

Navalni, cristiano ortodoxo, suscitó polémica en los círculos de la oposición, al caracterizar estas reuniones como “interesantes y amistosas”. El arcipreste sonríe al recordar sus conversaciones. “Es evidentemente un hombre inteligente, pero no puedo estar de acuerdo con todo lo que dice”, afirmó Chaplin.

“Está claro que tales personas deben participar en la política del país. Espero que la vida política en Rusia en el futuro no se desarrolle mediante la revolución y el caos sino mediante el diálogo y la máxima participación de los ciudadanos en esta”, señaló.

En los últimos 100 años, Rusia ha sufrido más que otros países en toda su historia moderna por las “revoluciones y el caos” que tanto preocupan a Chaplin. Pero según el arcipreste, los frecuentes disturbios y derramamientos de sangre ponen en evidencia que Dios favorece a Rusia y a su pueblo.

“Si Dios ama a uno le pone obstáculos”, concluye. “Si uno vive en paz, esto quiere decir que Dios le ha olvidado. La vida es la preparación para la vida real, después de la muerte, y Dios nos prepara para esta a través de sufrimientos”, destacó.

En este momento, Chaplin termina la entrevista. Parece que tiene que trabajar. Como dice la Biblia, el reino de Dios no es algo que se espera.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

 

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