Las estrellas de la música salen en defensa de las activistas de Pussy Riot

© RIA Novosti . Aleksey Danitchev / Acceder al contenido multimediaRed Hot Chili Peppers
Red Hot Chili Peppers   - Sputnik Mundo
Síguenos en
Las estrellas del mundo del espectáculo de ámbito internacional anuncian su apoyo a las integrantes del grupo de música punk Pussy Riot, procesadas por haber celebrado una improvisada actuación en la principal catedral de Moscú.

Las estrellas del mundo del espectáculo de ámbito internacional anuncian su apoyo a las integrantes del grupo de música punk Pussy Riot, procesadas por haber celebrado una improvisada actuación en la principal catedral de Moscú.

Las reacciones no habrían sido tan intensas si el caso de las jóvenes no fuera una ilustración ideal de la creencia en que el actual Gobierno ruso pisotea las libertades civiles de sus ciudadanos.

El pasado martes, la viuda de John Lennon, Yoko Ono, se dirigió a través de su página en Facebook al presidente de Rusia, Vladimir Putin. Escribió: “Señor Putin, Usted es una persona sabia y no tiene necesidad de luchar contra los músicos y sus amigos. Reserve las cárceles para criminales de verdad”.

La misma idea fue expresada a las autoridades rusas por Madonna, Sting y los grupos Red Hot Chili Peppers, Faith No More, Franz Ferdinand, Anti-Flag, The Who, Pulp, Pet Shop Boys y The Smiths y los actores Danny DeVito y Stephen Fry. También hubo declaraciones de otra decena de ídolos mundiales de la música pop que no fueron traducidas al ruso ni divulgadas por nuestros medios de comunicación.

¿Qué impulsará a las ricas y exitosas estrellas a defender a integrantes de un grupo musical desconocido, cuyo valor artístico no deja de ser dudoso incluso de acuerdo con los no demasiado exigentes requisitos del arte actual?

Acerca de la solidaridad corporativa

“Para serle honesto, no puedo recordar que últimamente haya habido unas reacciones tan intensas por parte de famosos cantantes”, reconoce Jens Siegert, director del Fondo Heinrich Böll. En su opinión, las estrellas del show business “reaccionan en primer lugar a la limitación de la libertad de la expresión artística, que es su libertad”.

“Si en una situación parecida se viera un periodista, sus compañeros de oficio no tardarían en salir a su defensa. Después del asesinato de Anna Politkovskaya precisamente los periodistas exigieron que se encontrara no solo a quienes habían ejecutado el crimen, sino también a quienes se lo habían encargado”, recuerda el experto. Añade que, en su opinión, las muestras de solidaridad colectivas serían iguales si no se tratara de Rusia sino de algún otro país.

“El año pasado en el aeropuerto de Pekín fue arrestado el pintor chino Ai Weiwei, hecho que también desencadenó múltiples protestas, pero no por parte del mundo del espectáculo, sino de pintores y escultores. En este tipo de casos siempre se expresa la solidaridad colectiva”, concluyó Siegert.

Las estrellas en situaciones parecidas, además de tener el derecho de defender a sus compañeros, sienten la obligación moral de hacerlo, opina.

¿Un pacto de las estrellas o una reacción a la injusticia?

El catedrático de la Universidad de Oxford, Peter Oppenheimer, es economista y una persona muy lejana al mundo del espectáculo. Cree que la reacción de las estrellas de la música pop no fue corporativa, sino espontánea y personal.

“Es un caso especial, por supuesto, lo que hicieron estas jóvenes es altamente vulgar e inaceptable en una iglesia. Sin embargo, la condena que podrían afrontar no es proporcional a su culpa. No ha habido casos de que las autoridades de ningún país aplicaran una condena tan severa. De modo que no hubo ningún pacto de estrellas, fue una reacción normal a la injusticia”, sentencia el catedrático.

En su opinión, la situación es todavía más desagradable por tratarse de Rusia. “Rusia es un país con un alto nivel cultural y muchos en estos momentos no expresan la solidaridad con las jóvenes de Pussy Riot, sino con las tradiciones culturales y valores espirituales de su país, muy populares en todo el mundo”, indicó Peter Oppenheimer.

El experto recordó también que tras instalar los participantes del movimiento Ocupa Wall Street sus tiendas de campaña en las afueras de la Catedral de San Pablo en Londres y ser expulsados de allí por policías con perros, el decano de la catedral tomó la decisión de retirarse de su puesto, sintiéndose culpable por lo ocurrido.

Respuesta a la supresión de los valores democráticos en Rusia

El jefe de la oficina rusa del Centro de Estudios Orientales en Varsovia, Marek Menkiszak, también cree que la defensa de las cantantes de Pussy Riot por las estrellas del espectáculo es “en primer lugar, una reacción a lo que podría llamarse una conducta demasiado severa de las autoridades”. “Por un comportamiento que podría calificarse como infracción menor en Rusia existe el peligro real de acabar en la cárcel, mientras que en otros países al infractor se suele multar”.

El experto está de acuerdo con que hay parte de solidaridad corporativa en las declaraciones de los famosos y con que sus ideas de izquierdas les motivan a defender a todos los humillados, hambrientos y suprimidos tanto en África como en Rusia.

 “Por supuesto, los ánimos liberales que suelen reinar entre personas famosas también tienen importancia, todo un conjunto de factores tiene importancia. Y, además, el caso de Pussy Riot coincide por completo con el estereotipo sobre la situación actual en Rusia, donde las autoridades están apretando las tuercas y ahogando la libertad del pensamiento. Y ello fomenta las protestas, partan de quien partan”, considera Marek Menkiszak.

El twitter de Madonna como espejo de la democracia rusa

No solo los representantes del mundo de espectáculo salen en defensa del grupo de música punk ruso: el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Patrick Ventrell, denunció la motivación política del caso de Pussy Riot. 121 diputados del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán) firmaron el pasado martes una declaración conjunta. Pero, ¿habrá en el mundo muchos seguidores de Twitter de Patrick Ventrell?

“Nadie mejor que Madonna para llamar la atención pública. La gente ni siquiera conoce los nombres de nuestros diputados”, señala Jens Siegert. La atención solo de Madonna y Sting, sin contar la de otras estrellas, al caso del Pussy Riot sería suficiente para mover la noticia a los titulares de las agencias de información de todo el mundo”, cree la directora de la sucursal rusa de Human Rights Watch, Anna Sevortián.

En la opinión de la experta, el proceso judicial celebrado en Moscú se ha convertido en un acontecimiento relacionado con los problemas más importantes de la vida en el país y no tanto con el futuro de tres jóvenes.

“Los músicos extranjeros seguramente no habrán estudiado la vida real rusa y desde fuera el caso parece muy simple, es un atentado contra la libertad de la expresión: tres mujeres jóvenes, y dos de ellas son madres, llevan casi seis meses en la cárcel, aunque todavía no se ha probado nada y sus actos han de castigarse con la condena que exige el fiscal, tres años de prisión. La realidad es infinitamente más complicada, pero este proceso judicial parece ser un inmejorable ejemplo de los numerosos informes sobre la situación en Rusia que han sido hechos públicos últimamente. Denuncian falta de la libertad de expresión, una justicia dependiente del poder, la imbricación del Estado y de la Iglesia Ortodoxa y muchos otras cosas”, concluye Anna Sevortián. El caso de Pussy Riot, prosigue, ha puesto de manifiesto tantos problemas que las procesadas tienen todo el derecho de decir: “Hemos perdido el proceso, pero ganado el caso”.

 “Por muy banal que suene, este caso representa un importante hito político de este año. Lo recordarán también como un martirio público”, esta segura Anna Sevortián.

Solo podríamos añadir que después de que el pintor chino Ai Weiwei fuera arrestado el año pasado por haber acusado a las autoridades del país de llevar a cabo represiones políticas, pasó dos meses en la cárcel y fue puesto en libertad tras intensas protestas de sus compañeros de oficio. La revista londinense ArtReview, considerada la máxima autoridad del arte contemporáneo, adjudicó a Weiwei el puesto número uno en la ‘Lista de las personas más influyentes del mundo del arte’. Y la revista Time lo nombró una de las personas más influyentes del mundo de 2011.

Mientras tanto, la imagen de China en el extranjero sigue siendo como era, no demasiado buena.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

 

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала