El presidente ruso, Vladimir Putin, en su mensaje anual a la Asamblea Federal, el Parlamento bicameral ruso, trazó las líneas maestras del desarrollo de Rusia y las tareas clave que prevén aumentar la responsabilidad de las élites nacionales, funcionarios y empresarios, y sacarlas de los paraísos fiscales.
Los obstáculos a la realización de estas tareas los pondrá el propio cuerpo de las élites rusas que es inflexible, formado desde hace mucho, involucrado en los esquemas de corrupción y que mantienen numerosos vínculos empresariales. Se podrá juzgar sobre la seriedad de las intenciones de las autoridades rusas de aumentar la eficacia del funcionamiento del aparato estatal por la rapidez con la que se conseguirá romper su resistencia.
Nuevas normas de conducta para las autoridades rusas
A juzgar por todo, se planea continuar el proceso dirigido a aumentar la responsabilidad personal de los funcionarios, que se inició cuando el actual primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, ocupaba el sillón presidencial. La rotación notable de los cuadros dirigentes y las destituciones de funcionarios de alto rango empezaron en aquella época, pero ahora esto ha sido insertado en un nuevo sistema de reglas.
De ese modo, por ejemplo, se puede caracterizar la propuesta de Putin de introducir fundamentos para la descalificación profesional de los funcionarios culpables destituidos de su cargo.
Además, Putin apoyó en público una serie de medidas restrictivas relacionadas al control de los bienes que posean los funcionarios rusos en el extranjero que provocó una reacción ambigua de la sociedad y el Gobierno de Rusia. El presidente del país considera razonable restringir los derechos de los funcionarios de tener cuentas bancarias, acciones y valores en el extranjero.
Según Putin, los funcionarios deben explicar la procedencia del capital con el que se adquirieron los bienes que posean en el extranjero.
La propuesta del presidente de controlar gastos de los dirigentes de las empresas estatales y de sus familiares suscita un gran interés. No es un secreto que la formación de alianzas con las empresas privadas y la fuga de capitales de las corporaciones públicas ya está fuera de los límites. Las decisiones en tales corporaciones no se toman con frecuencia teniendo en cuenta la estrategia federal del desarrollo del sector sino en los intereses de una empresa privada.
Es especialmente importante en este ámbito la declaración de Putin de que la Fiscalía General ahora tiene derecho de exigir jurídicamente la ‘confiscación de bienes’ adquiridos a raíz de un enriquecimiento ilegal”. Esta fórmula jurídica bien conocida en la época soviética puede cobrar vida de nuevo.
Los negocios deberían concentrarse en Rusia
La falta de separación entre el Estado y los negocios es muy cómoda en algunos casos, por ejemplo para tratar con las élites: la única fuente de cuadros para la economía y la gestión pública. El presidente amplió el aumento de la responsabilidad de los funcionarios públicos con la formulación de demandas hacia los círculos empresariales.
En lo que se refiere a los empresarios, Putin propuso sacar del extranjero las actividades de las élites nacionales. Se trata de la necesidad de incrementar la competitividad de la legislación económica y del sistema judicial de Rusia para que las empresas privadas dejaran de trasladar procesos clave a los organismos financieros y jurídicos extranjeros y realicen el ciclo completo de su trabajo en Rusia.
Es necesario entender que las empresas privadas no van a retirarse de los paraísos fiscales sin la realización de los cambios estructurales en el control estatal, la moral dominante y las normas del control estatal.
En general, estas prácticas -desde la acumulación de ganancias provenientes de los activos rusos en el extranjero hasta la suscripción de contratos bajo la jurisdicción de otro país, especialmente en la de Gran Bretaña- han sido la reacción de los círculos de negocios a la inestabilidad y la poca transparencia de la situación, la corrupción, la arbitrariedad de las fuerzas del orden y un gran número de la apropiación ilegal de negocios.
Al mismo tiempo, es necesario entender que los negocios de funcionarios corruptos ocupan un puesto importante en la actual economía rusa. De hecho, se trata de un dinero absolutamente ‘gris’ desde el punto de vista de su origen y sus derechos de propiedad, ante todo, Este dinero está bajo el control de un funcionario público, pero circula más o menos legalmente en la economía.
Es lógico que tales formas de negocios pasen a la a estos escondrijos casi de modo reflexivo, mientras que las ganancias obtenidas se reinvierten en cuentas abiertas fueras y bienes inmuebles adquiridos en el extranjero.
Por eso el presidente ruso no separó la estrategia respecto a los empresarios de la estrategia respecto a los funcionarios. Las medidas serán eficaces sólo en caso que éstas se apliquen de manera igual a todos los representantes de la élite rusa para sacarles de la ‘sombra’.
¿Se puede reformar el aparato administrativo y financiero?
La degradación y la comercialización del aparato estatal de arriba a abajo han ido demasiado lejos. En una coyuntura en la que los ingresos reales crecían (hasta 2009), la población, en general, hacía la vista gorda ante la corrupción y la incompetencia de los funcionarios. Pero en las condiciones de estancamiento económico, se critica cada vez más los proyectos de gastos presupuestarios y el consumo personal de los funcionarios de alto rango.
Esta ira alcanzó su apogeo durante las manifestaciones de protesta que tuvieron lugar en invierno de 2011 a 2012 y fueron provocadas por los resultados de las elecciones parlamentarias y por un descontento acumulado durante muchos años causado por la ineficacia del Gobierno y por las alianzas entre los funcionarios con los empresarios.
La situación en Rusia es tal que los máximos dirigentes del país anuncian la necesidad de realizar cambios drásticos.
Queda entender hasta qué grado está dispuesta a cambiar la inflexible élite rusa por orden de los máximos dirigentes. Este aparato es igual en todos los niveles y si es capaz de hacer algo eficaz, esto sería su reproducción de modo habitual.
El presidente ruso abordó formalmente una serie de asuntos críticos para los funcionarios corruptos y esta campaña ya iniciada (una política a largo plazo, según Putin) irrita al aparato estatal.
Las reglas del juego, según las cuales los altos cargos estaban directamente vinculados con el mundo de los negocios, estuvieron en vigor durante mucho tiempo. Si ahora se toma la decisión sobre su modificación, esta campaña seguramente se enfrentará con el sabotaje en todas las niveles de la vertical del poder.
Los métodos de la lucha contra este sabotaje hipotético y la rapidez de su vencimiento darán la respuesta definitiva a la pregunta sobre la importancia de la tarea de sacar de la ‘sombra’ a las élites nacionales para los dirigentes de Rusia.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
