Lituania castiga la revisión de su historia

© RIA Novosti . Ramil Sitdikov / Acceder al contenido multimediaEl ciudadano lituano Alguirdas Paleksis
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El Tribunal Supremo de Lituania desestimó el recurso del ciudadano lituano Alguirdas Paleksis, declarado culpable de negar la intervención soviética en los acontecimientos que tuvieron lugar el 13 de enero de 1991 durante el asalto a la torre de televisión de Vilnius.

El Tribunal Supremo de Lituania desestimó el recurso del ciudadano lituano Alguirdas Paleksis, declarado culpable de negar la intervención soviética en los acontecimientos que tuvieron lugar el 13 de enero de 1991 durante el asalto a la torre de televisión de Vilnius.

De este modo, Lituania continuó la tradición de sentar precedentes. Lituania fue la primera república de la ex URSS que se separó del lado del Partido Comunista de la URSS (PCUS) y que aprobó la Declaración de Independencia en marzo de 1990.

En enero de 1991, la república tuvo que defender su independencia y, como posteriormente se puso en evidencia, el asalto de las tropas soviéticas a la torre de televisión de Vilnius fue inicio de una corta agonía del Imperio que después continuó en Riga y acabó cerca de la Casa Blanca (sede del gobierno ruso) en Moscú durante el fallido golpe de estado perpetrado en agosto de 1991.

Mientras Alguirdas Paleksis fue el primer ciudadano de la ex Unión Soviética contra el que fue dictada una sentencia condenatoria por la revisión de los acontecimientos históricos.

Condenado por revisar la historia

El 2 de noviembre de 2010, el líder del partido opositor lituano Frente Popular Socialista, Alguirdas Paleksis, dijo al pronunciar un discurso transmitido por radio: “¿Qué pasó el 13 de enero cerca de la torre? Ahora sale a la luz pública que lituanos dispararon contra lituanos”.

En realidad, esta versión la expuso inmediatamente después de los anunciados acontecimientos Alexander Nevzórov, un famoso periodista controvertido de la época de la Perestroika. Esta idea gustó mucho a todos los que se pronunciaban en contra de la desintegración de la URSS y luchaban por los derechos de la población rusohablante.

A día de hoy, si uno de los ‘veteranos’ que tomaban parte en aquellos debates y que no ha logrado aprender el lituano menciona que los disparos los realizaron los francotiradores locales esto no provocará una reacción negativa. Aquellos acontecimientos ya pasaron a la historia e incluso los lituanos, al escuchar algo similar se sonríen sin rencor, aunque el 13 de enero sigue siendo una fecha trágica que se conmemora con un minuto de silencio por las víctimas.

Durante el período pasado desde el mencionado programa radiofónico, Paleksis fue condenado a un año de prisión con el aplazamiento de la condena por dos años, después fue declarado inocente por un tribunal de primera instancia. Posteriormente, un tribunal de segunda instancia le condenó a pagar una multa por la cantidad de 10.400 litas (un poco más de 3.000 euros).

Ahora el Tribunal Supremo puso fin a esta historia que no será causará sensación, porque la intriga consiste en otra cosa. Y parece que ésta tuvo lugar especialmente para demostrar todos los matices controvertidos de aquella época de transformación en Lituania, que logró obtener la independencia del Oriente eurasiático pero no consiguió fundirse con el Occidente europeo todavía.

La fuerza 'antinazi' de color rojo

Es posible que Lituania se haya visto obligada a aprobar una ley que se puede comparar con la francesa que penaliza la negación del genocidio armenio en 1915 o la alemana que estipula un castigo por negar el Holocausto.

Por un lado, Lituania decisivamente rompía lazos con su pasado y trataba de acelerar la llegada del futuro europeo. Pero parece que el número de sus enemigos en este camino no se reduce. Con el paso del tiempo, estos malévolos convencidos de que ‘los lituanos dispararon contra los lituanos” se resignaron y transmitieron estos conocimientos a sus niños. Pero a sus niños esto ya no les interesa.

Pasados 22 años, se logró poner los puntos sobre las íes y ya no hay necesidad de teorías exóticas de complot ni de un debate histórico. Durante el asalto de la torre de televisión, murieron personas. Éste fue el último disparo contra el régimen soviético y así es la verdad histórica que es tanto inútil revisar como castigar por un intento de su revisión.

Por otro lado, los 20 años no fueron suficientes para clarificar la terminología.Los exlegionarios letones de la Waffen SS, unidades de élite del ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial, realizarán cada 16 de marzo una marcha en Riga. Para la mayoría de los ciudadanos de Letonia esto ya no es un motivo para experimentar sentimientos patrióticos o desafío geopolítico.

Sólo es una trágica página de la historia con la que se puede resignar uno y esperar hasta que se resignen todos los demás. Pero mientras que hay muchas personas que no están dispuestas a resignarse, no se acabó nada.
Unos se atreven a llevar el uniforme nazi para acusar al Este de agresión. Otros se califican como las fuerzas antinazi y tratan de persuadir a los letones de que no había nada mal en el Ejército Rojo.

Pero en Lituania ni siquiera se celebran tales manifestaciones. A diferencia de Letonia y Estonia, esta república en la que la tasa de población autóctona ascendía a un 80% en la época soviética pudo conceder la ciudadanía lituana a todos los que vivían en Lituania en el día de la proclamación de su independencia. Y si se puede engañar a uno en Letonia, declarando principios del pseudo antinazismo, en Lituania eso es imposible.

El fenómeno de Alguirdas Paleksis

Alguirdas Paleksis proviene de una famosa familia lituana. Es nieto de Justas Paleksis, el primer presidente del Consejo Supremo de la República Soviética de Lituania. Pero tampoco se debe explicar lo que pasó con él por el hecho de que el líder del opositor partido lituano se molestase por el fracaso del socialismo.

Su padre fue otro Justas Paleksis, uno de los líderes del Partido Comunista que en 1989 abandonó el PCUS, y uno de los diputados del parlamento que aprobó la Declaración de la Independencia.Este último Justas Paleksis formalmente fue izquierdista, como Alguirdas, pero ya en sentido europeo, como el propio partido social-demócrata del último líder de la República Soviética de Lituania, Alguirdas Brazauskas, originado a partir del Partido Comunista.
Esto dio la necesaria experiencia política al futuro condenado por falsificar la historia de la independencia de Lituania. Hace varios años, Alguirdas

Paleksis se habría sorprendido si alguien le hubiera dicho que comparecería ante el Tribunal.Como su padre, Alguirdas Paleksis hizo carrera diplomática. Cuando tenía 30 años ya ocupaba el cargo del jefe del departamento de Europa Ocidental del Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania. Cuando cumplió 32 años, encabezó la sección de Vilnius del Partido social-demócrata que asumió el liderazgo de la coalición gobernante tras las elecciones celebradas en 2004.

Uno de sus últimos éxitos fue lograr el cargo de vicealcalde de la capital lituana. Los expertos locales explican la transformación de Paleksis por su deseo de alcanzar aún más éxitos. Pero sus copartidarios querían que el cargo del alcalde lo ocupase otra persona y Alguirdas Paleksis estropeó las relaciones con ellos. Según el publicista lituano Valdimir Skripkov, Alguirdas Paleksis “creó algo similar a un partido bolchevique con la denominación amenazante 'Frente' y en el cual agrupó a los jubilados irritados...”.

Ahora Paleksis tiene intenciones de viajar a Estrasburgo, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Pero es poco probable que esto continúe la intriga. Lo que podría volver a provocar una amplia polémica con la participación de los interesados provenientes de los países limítrofes.
Esta historia acabó, y con resultados más o menos positivos.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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