Teherán resiste, el sexteto insiste y todos contentos

Síguenos en
No hay perdedores, sólo ganadores. Este es el resultado de la reunión entre el Sexteto de mediadores internacionales (China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) y los representantes de Irán.

No hay perdedores, sólo ganadores. Este es el resultado de la reunión entre el Sexteto de mediadores internacionales (China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) y los representantes de Irán.

La República Islámica y Kazajstán son los que salieron ganando. Teherán consiguió dar a entender que está dispuesto a dialogar sin ceder un ápice en su postura. Astaná, por su parte, ganó un mayor peso político por jugar un papel pacificador.

Hasta el momento se desconocen los detalles de las negociaciones entre Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, y las seis potencias -cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania- encabezadas por la alta representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton.

Se sabe que las partes del diálogo acordaron celebrar una reunión de expertos que tendrá lugar en Estambul los próximos días 17 y 18 de marzo. Más tarde, entre los días 5 y 6 de abril, habrá una nueva reunión en Almaty. Este resultado es ya un éxito que no pudo alcanzarse en las anteriores conversaciones en Bagdad, Estambul y Moscú.

La postura rígida de Teherán

Es asombroso, no obstante, que los iraníes abandonan Almaty sin haber dicho ni 'sí', ni 'no' a las propuestas del sexteto, tan sólo habiéndolas calificado como “más realistas que las anteriores”. Said Jalili explicó que esto se debe a que los países occidentales se debieron de dar cuenta de que “la presión sobre Irán no da el resultado esperado, al contrario, contribuyó a una mayor consolidación política del pueblo iraní y un crecimiento económico del país”.

Es más, el funcionario iraní dejó bien claro que la República Islámica no tiene intención de cerrar la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordo, como exigía el sexteto, según se filtró en los medios en vísperas de la reunión en Almaty. “La planta de Fordo cumple plenamente con las exigencias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y se encuentra bajo su control. Por eso, no hay motivos para cerrarla y ellos (el sexteto) tampoco lo pidieron”, dijo Jalili. Reiteró que Irán, en el marco del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y del Tratado de No Proliferación, cumple todos los deberes de inspección y, por tanto debe gozar de todos los derechos.

Los representantes del sexteto no pusieron en tela de juicio, al menos públicamente, este argumento de los iraníes. La única excepción fue el comentario del portavoz de la diplomacia europea, Michael Mann, en la rueda de prensa: “El aumento por parte de Irán del potencial en maquinaria para enriquecer uranio viola varios acuerdos”.

Said Jalili respondió con dureza a la propuesta del sexteto de suspender la producción del uranio enriquecido al 20% a cambio de que Occidente levante parte de las sanciones económicas impuestas a Irán. “Creemos que tenemos derecho a enriquecer uranio al 5% o al 20%. Lo hacemos según nuestras necesidades. Cuando no teníamos combustible de uranio enriquecido al 20%, que necesitábamos para fines médicos, lo hicimos saber a todo el mundo pero no nos lo dieron. Si tenemos esta necesidad la vamos a cubrir”, dijo el jefe negociador iraní en la rueda de prensa del 27 de febrero al término de la segunda jornada de negociaciones con los mediadores internacionales.

Irán quiere “desarmar” a Israel

En Almaty Said Jalili aprovechó la ocasión para volver a poner de manifiesto el carácter agresivo de la política iraní con respecto a Israel. Instó a la comunidad internacional a “desarmar al régimen sionista y detener la propagación de las armas nucleares, así como averiguar qué país suministra a Israel armas de exterminio masivo”.

La respuesta de Catherine Ashton ante estas declaraciones rotundas de Teherán fue “una propuesta equilibrada en cuanto al cumplimiento por parte de Irán de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”. “La oferta aborda las preocupaciones internacionales sobre la naturaleza exclusivamente pacífica del programa nuclear iraní, pero también responde a puntos de vista iraníes”, afirmó la jefa de la diplomacia europea sin entrar en detalle respecto al contenido de la propuesta.

El que las negociaciones entre Irán y el sexteto no den un resultado claro era previsible. Pero Occidente, al igual que China y Rusia, necesitaban comprobar que la República Islámica al menos está dispuesta a continuar el diálogo. Según dijo Michael Mann, los mediadores deben dar a Irán “la posibilidad de mostrar flexibilidad”.

Sería un error esperar más de Teherán en vísperas de las elecciones presidenciales. Defendiendo las ambiciones nucleares del país el gobierno actual muestra al electorado iraní su carácter inflexible. Sería imposible imaginar una propaganda más eficaz en un Estado teocrático...

El futuro incierto del banco de combustible nuclear

Almaty resultó ser un lugar muy conveniente para celebrar las negociaciones. Teherán no pudo rechazar la invitación del presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáev, quien la había formulado hace varios años. Además, el líder kazajo en más de una ocasión ha apoyado el derecho de cualquier país miembro del OIEA a desarrollar su programa nuclear de uso civil.

Otro argumento a favor de Kazajstán en calidad de “mediador nuclear” fue su iniciativa de instalar en el territorio kazajo un banco de combustible nuclear que podrían usar los países que generen energía nuclear con fines pacíficos. Sin embargo, justo en vísperas del inicio de las conversaciones en Almaty se supo que este proyecto no se va a llevar a cabo.

El gobierno kazajo renunció a la idea de construir el banco de combustible nuclear en la ciudad de Ust-Kamenogorsk, al este del país. Así lo anunció el Centro Regional de Seguridad Medioambiental: “Las normas internacionales prohíben la instalación del banco en regiones inestables sísmicamente, y el este de Kazajstán lo es”, informó el 25 de febrero el director del centro, Guennadi Koreshkov. Otro motivo para la suspensión del proyecto fue la renuncia de la dirección de la planta metalúrgica de Ulba, que produce combustible para centrales nucleares, a ceder sus almacenes para instalar allí el banco. Además, la iniciativa provocó una reacción negativa de la población local, según informa la agencia de información de Kazajstán KazTAG.

Hasta el momento el gobierno kazajo no hizo ningún comentario oficial sobre esta noticia, que podría mermar el prestigio internacional del país.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала