La empresa productora del Kalashnikov se renueva para el Ejército del futuro

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La empresa rusa Izhmash, productora del fusil de asalto más famoso del mundo, Kaláshnikov, y una de las más grandes industrias militares en Rusia está llevando a cabo una reorganización: se creará el consorcio Kalashnikov que integrará a varias plantas de la industria rusa de defensa. Konstantín Busiguin, director de la planta de Izhevsk, habló de las perspectivas y ventajas del nuevo grupo con el corresponsal de RIA Novosti, Serguei Garifullin.

La empresa rusa Izhmash, productora del fusil de asalto más famoso del mundo, Kaláshnikov, y una de las más grandes industrias militares en Rusia está llevando a cabo una reorganización:  se creará el consorcio Kalashnikov que integrará a varias plantas de la industria rusa de defensa. Konstantín Busiguin, director de la planta de Izhevsk, habló de las perspectivas y ventajas del nuevo grupo con el corresponsal de RIA Novosti, Serguei Garifullin.

— Hace medio año usted se hizo cargo del puesto de director de Izhmash. ¿Cuáles fueron sus primeros pasos y cuáles son los primeros resultados?

— Lo primero que hice fue empezar a conocer personalmente todos los departamentos y secciones de la empresa. Es una planta gigantesca y tardé varios meses en visitar todas las naves, talleres y oficinas y hablar con todos los empleados. Pero esto fue lo que me ayudó a comprender desde dentro los problemas internos y hacerme una idea de cómo hay que actuar. En seis meses conseguimos cambiar radicalmente la estrategia de la empresa en cuanto a logística de producción, planeamiento y ventas.

Los resultados no se hicieron esperar: el volumen de producción en abril y mayo de 2013 aumentó varias veces en comparación con el año anterior. Creamos nuevos puestos de trabajo y aumentamos los sueldos. El salario medio en la empresa oscila en torno a los 20.000 rublos al mes (unos 660 dólares), lo que representa un aumento del 25% respecto a 2012.

Tenemos previsto realizar entre 2014 y 2017 una completa modernización y actualización de la maquinaria y de instalaciones obsoletas. Se planea invertir en este proyecto un total de 1.800 millones de rublos (unos 60 millones de dólares) y sólo es el principio, en un futuro queremos renovar el parque de maquinaria en todas las plantas que formen parte del grupo. Es la única posibilidad de mantener la buena imagen de nuestra marca en el exterior. Tenemos que estar al día y empezar a desarrollar hoy las armas que se usarán dentro de 10 años.

— ¿Cómo terminó Izhmash el año 2012?

— Los ingresos consolidados de las empresas de Izhmash en 2012 ascendieron a 4.652 millones de rublos (unos 155 millones de dólares), lo que representa un 48% más que en 2011. Este incremento de los ingresos está relacionado, entre otros factores, con el aumento de ventas de armas de fuego reglamentadas a civiles. En 2012 estas ventas supusieron 961,2 millones de rublos (unos 32 millones de dólares) frente a 819,1 millones de rublos (unos 27 millones de dólares) en 2011. Los ingresos por exportaciones de armas de fuego reglamentadas en 2012 alcanzaron los 588,7 millones de rublos (unos 19 millones de dólares), lo que representa un aumento del 20% respecto al año anterior.

La mayor parte de las exportaciones (en torno al 85%) se realizan a Estados Unidos. En 2012 el valor total de los productos exportados por Izhmash al mercado estadounidense ascendió a 16,2 millones de dólares, un 15% más que en 2011. Se ha registrado una dinámica positiva en las ventas de otros tipos de productos que fabricamos, como las armas de alta precisión o productos de mantenimiento.

— ¿Se ha finalizado el proceso de liquidación del 'antiguo' Izhmash, que se declaró en quiebra?

— Todavía continúan. No obstante, la corporación NPO Izhmash, que dirijo y cuyo principal accionista es la corporación estatal Rostechnologi (Tecnologías de Rusia), planea continuar el trabajo de la planta y espera adquirir la respectiva licencia y los activos durante el año en curso. Porque mientras dure el proceso de liquidación nos vemos obligados a alquilar las instalaciones a una empresa en quiebra ya que no pueden ser subastadas, debido a que Izhmash tenía el estatus de “empresa estratégica”. Ahora estamos buscando la posibilidad de acelerar el proceso con la ayuda del Ministerio de Industria y otros órganos competentes. Otro legado problemático del 'antiguo' Izhmash son sus deudas, especialmente las contraídas con el banco ruso Sberbank, de 2.100 millones de rublos (unos 70 millones de dólares). Nuestra empresa ha asumido todos los compromisos de Izhmash y hasta ahora hemos conseguido cumplirlos.

— ¿Cuáles son los planes para 2013? ¿Tiene ya cerrada la cartera de pedidos?

— Tenemos acordados contratos por un valor estimado de más de mil millones de rublos (unos 33 millones de dólares) para la producción de armas de fuego para civiles. Además planeamos fabricar productos de uso militar por un valor total de 1.500 millones de rublos (unos 50 millones de dólares). Los contratos en el marco del programa de pedidos estatales a las empresas del complejo militar aún no están concertados, se prevé que serán firmados entre junio y septiembre de 2013. Pero según los acuerdos preliminares el volumen de pedidos estatales de armas de fuego aumentará un 80%.

 — ¿En qué fase se encuentra la creación del consorcio Kaláshnikov?

— Ahora varios grupos de trabajo están realizando una auditoría conjunta para ultimar los detalles de la fusión de Izhmash, cuyo nombre cambiará a 'Kalashnikov' en julio próximo, y la planta mecánica de Izhevsk, Izhmech. Se planea finalizar la realización de todas las formalidades legales en julio de 2013.  En el futuro, se sumarán al grupo otros fabricantes de armas y municiones.

— La fusión muchas veces supone reducir plantilla. ¿Va a ocurrir en el caso del nuevo consorcio?

— No va a ocurrir nada semejante. La reorganización de Izhmash no afectará de ningún modo a los trabajadores. No se va a despedir a nadie. Todo lo contrario. En las empresas del futuro consorcio se registra déficit de personal cualificado. La dirección del grupo da máxima prioridad a este problema, por eso hemos elaborado una estrategia para atraer a jóvenes especialistas y a estudiantes del último año, para crear unas condiciones dignas de trabajo y poder ofrecer un sueldo atractivo. Planeamos recuperar la escuela de tiro que antes funcionaba en Izhmash, o incluso crear un centro de formación donde los trabajadores puedan hacer cursos de reciclaje profesional en función de las necesidades de la empresa.

— ¿Cuáles son las ventajas del nuevo consorcio?

— Nuestra principal ventaja es la consolidación de los esfuerzos y la reducción de los gastos. Ahora cada una de las empresas que formarán el grupo tiene que elaborar sus propias estrategias de mercado, modelos de trabajo con los distribuidores, su logística. Una vez creado el grupo, un único departamento se encargará de promocionar la marca Kaláshnikov. Conjuntamente podremos ofrecer al mercado una gama de productos más amplia, al mismo tiempo conseguiremos optimizar los gastos de transporte, la logística y la modernización. Vamos a potenciar la cooperación productiva. Planeamos, por ejemplo, crear una fábrica de componentes de alta precisión  para equipar nuestros misiles y proyectiles. Esta iniciativa ofrece nuevos horizontes, supone la creación de muchos puestos de trabajo y subida de sueldos. En pocas palabras, la fusión nos beneficia a todos.

— El viceprimer ministro Dmitri Rogozin,  responsable de supervisar desde el Gobierno el sector de defensa, recientemente visitó Izhmash. ¿Cuáles son los resultados de esta visita?

— Dmitri Rogozin habló con los trabajadores, les animó para seguir avanzando a pesar de las dificultades. El viceprimer ministro prometió brindar a la empresa todo tipo de ayuda para modernizar la planta, obtener nuevos pedidos y otros asuntos.

— ¿Podría comentar las palabras de Rogozin relativas a la necesidad de competir con otro consorcio de fabricantes de armas llamado Degtiariov?

— Se trata de crear un ambiente competitivo, aunque entre el grupo Kaláshnikov y el Degtiariov no habrá competencia directa porque no fabricamos el mismo producto. La planta Degtiariov produce ametralladoras, mientras que nosotros fabricamos otros modelos de armas de fuego. Todos trabajamos para cumplir una misión: equipar al soldado del Ejército ruso con las mejores armas.

 

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