El Ministerio de Desarrollo Económico corrigió a la baja su pronóstico para el desarrollo socio-económico de Rusia hasta los años 2030, debido a la influencia negativa de factores internos como la desaceleración de la economía, la congelación de las tarifas y la reducción de las inversiones, destacó hoy el diario Vedomosti.
En el período 2013-2030, el crecimiento económico de Rusia será 1,5 veces inferior al que se esperaba en primavera, en promedio 2,8% contra 4,3%, y con tasa inferior al crecimiento de la economía mundial.
Para el año 2030 la participación de Rusia en el PIB mundial se reducirá del 4% en 2012 al 3,4%.
Entre tres escenarios de desarrollo; conservador, innovador y forzado, inicialmente, el gobierno escogió para su pronóstico el innovador (intermedio) pero ya en septiembre, al analizar la evolución de factores internos, pasó a la variante conservadora (más desfavorable) porque los factores negativos siguen empeorando, destaca Vedomosti.
En caso del escenario conservador, la modernización transcurre más que todo en el complejo petrolero y de gas. Pero los mercados mundiales de materias primas ya no pueden ser la locomotora del crecimiento de la economía mundial y por esa razón, Rusia no podrá superar los obstáculos que frenan su desarrollo.
Entre esos obstáculos, el diario destacó el deplorable estado de la infraestructura, el estado obsoleto del potencial industrial, las condiciones desfavorables para la gestión de los negocios y la falta de especialistas altamente calificados.
Así, para el año 2030, Rusia seguirá siendo un país con un sector petrolero dominante, pésimas vías de comunicación, bajo nivel de medicina, pronunciada diferencia en el nivel de vida en las regiones, alta fuga de capitales y superávit presupuestario.
Y en general, en relación a la calidad del nivel de vida y desarrollo del país, Rusia estará rezagada en comparación con el promedio establecido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El rotativo indica que como antes, la mayoría de los expertos valoran negativamente la excesiva intromisión estatal en la economía, la poca eficacia de la regulación estatal, la escasa competitividad y los enormes gastos en Defensa.
