La planta española Antolín en las afueras de San Petersburgo no deja entrar a los activistas del sindicato, escribe el periódico Trud.
La administración de la fábrica cumplió con la decisión de la Fiscalía y readmitió a los empleados que participaron en una huelga respaldada por el sindicato español MCA-UGT que reúne a la mayor parte de los trabajadores del Grupo Antolín en España.
Para el sábado está prevista una Marcha de Solidaridad con los trabajadores de Antolín. Sin embargo, pese a la resonancia, la administración no pierde la esperanza de quedarse con la suya.
“El lunes la gente llegó al trabajo y enseguida se dieron cuenta de que nadie les espera”, comentó el líder sindicalista Konstantín Vedernikov. “Contra los activistas se pronunciaron amenazas, no les hicieron pases permanentes para entrar en el territorio”.
Cuando solicitaron pases temporales les dijeron que estaban agotados. Además, los agentes de seguridad se llevaron la comida y los trabajadores se quedaron sin almuerzo. En algunos casos desaparecieron los uniformes de los activistas y la administración les exigió explicaciones.
Según Vedernikov, se crea un ambiente de tensión para obligarles irse. Los abogados de la administración les amenazan con cargos penales alegando que pusieron en peligro la vida de los policías.
