El diario Nezavisimaya Gazeta se hace eco en su edición de hoy de las informaciones que apuntan a que países occidentales y en particular EEUU y Reino Unido podrían revisar sus exigencias de la inmediata renuncia del presidente sirio, Bashar Asad.
Según el rotativo, este cambio de actitud puede favorecer el acercamiento de posturas entre Rusia y Occidente y al mismo tiempo aumentar el distanciamiento entre este y las monarquías árabes, molestas con EEUU por su negativa a atacar Damasco. En particular, Arabia Saudí advirtió de que está dispuesta a buscar una solución para la crisis siria “sin ayuda de nadie”.
La presencia cada vez más patente de Al Qaeda y otros grupos yihadistas en Siria es, probablemente, la causante del giro que está dando Occidente ante el conflicto del país árabe, escribe el diario. Chuck Hagel, jefe del Pentágono, acaba de admitir en una entrevista que la situación en Siria es “compleja y peligrosa”. “Sabemos lo que son Al Nusra, Al Qaeda y Hezbollah, son grupos extremistas y terroristas que combaten, por lo que no se trata de una elección fácil entre los buenos y los malos”, dijo.
Por su parte, el exdirector de la NSA y la CIA, Michael Hayden, declaró que la victoria del régimen sirio sería un escenario “repugnante”, aunque mucho mejor que la desintegración del país. “Lo que pasa ahora es que tenemos un espacio fuera de control en el cruce de las civilizaciones. Gran parte de Oriente Próximo está tomada por los fundamentalistas suníes y el Estado sirio y Levante están sumidos en caos”, constató Hayden citado por el periódico libanés Daily Star.
Ninguno de los tres escenarios que baraja el extitular de la Inteligencia norteamericana supone el triunfo de los rebeldes. “Debo decirle que, por muy repugnante que suene, soy partidario de que Asad gane esta guerra, como la mejor de las tres posibles salidas muy, muy horripilantes”, dijo.
“Nos preocupa muchísimo que en Siria esté cada vez más arraigada la Internacional terrorista”, expresó ayer el ministro de Exteriores de Rusia, Sergueí Lavrov, quien lleva mucho tiempo intentando hacer que Occidente se de cuenta de los riesgos de apoyar a los extremistas. El canciller ruso instó a que el Gobierno y la oposición siria aúnen esfuerzos para hacer frente al terrorismo islámico.
