Los regalos de los Reyes Magos, que fueron traídos a Moscú del monasterio griego de San Pablo en el Monte Athos, despertaron un gran interés entre los fieles ortodoxos, escribe hoy el diario Komsomolskaya Pravda.
Cada día decenas de miles de ciudadanos hacen colas de hasta siete horas para entrar en la Catedral del Cristo Salvador. Entre los fieles deseosos de ver el relicario hay niños, mayores y ancianos.
A pesar del frío y la larga espera, los creyentes de diferentes ciudades rusas acuden en masa al templo y se muestran muy ilusionados al abandonarlo.
“Es una gracia de Dios”, dice un hombre de unos 50 años, citado por Komsomolskaya Pravda, al salir de la Catedral del Cristo Salvador.
Se santigua y prosigue: “No hemos tenido que esperar mucho. Apenas han sido unas seis horas”.
Se trata de la primera vez que el relicario con el oro, el incienso y la mirra – regalos que, según el Evangelio de San Mateo, fueron presentados al niño Jesús por los sabios Melchor, Gaspar y Baltasar – abandona el territorio de Grecia.
Se prevé que hasta un millón de peregrinos acudan a la moscovita Catedral de Cristo Salvador para venerar los regalos de los Reyes Magos.
El relicario se expondrá en la catedral más famosa de Moscú hasta la noche del 13 de enero, tras lo cual viajará San Petersburgo, Minsk y Kiev.
