A poco más de dos días para el cierre de los Juegos de Sochi, ya se puede afirmar que han sido un éxito contundente de Rusia como país organizador y a la vez participante de la gran cita deportiva, escribe Novie Izvestia.
Es muy probable que para la selección anfitriona sea la mejor olimpiada blanca en cuanto a los resultados deportivos. Rusia ha recuperado su liderazgo histórico en el patinaje artístico. También le han llovido medallas en los circuitos de luge, bobsleigh y skeleton, y además ha conseguido su primer podio en pista corta y snowbord, algo con que los atletas y aficionados nacionales no podían ni soñar.
Por otro lado, los Juegos de Sochi se merecen el título de una de las mejores ediciones por su organización, que es ensalzada por casi todos los participantes. “Cuando me disponía a viajar a Rusia, amigos y allegados me asustaban con que era un país sucio, frío y malo en general. Pero la realidad resultó bien distinta”, reconoce el australiano David Morris, ganador de la plata en salto acrobático.
“Estoy impresionado por la belleza de Sochi, por la impecable calidad de sus instalaciones y pistas, por la excelente organización de los Juegos. Es un lugar sorprendente. Recomiendo a todos que vengan aquí a pasar vacaciones”, expresa el atleta.
Los deportistas y entrenadores tampoco escatiman elogios describiendo las condiciones de alojamiento y el ambiente general. Y es que los pocos imprevistos que han surgido durante los Juegos han tenido que ver, en la mayoría de los casos, con el mal tiempo y no con algún fallo de organización.
Todo esto ha hecho que el Comité Olímpico Internacional renunciara a las tradicionales reuniones diarias con los organizadores. “No hay nada que discutir, ya que todo marcha de forma casi ideal. No he recibido ni una sola queja de los deportistas, algo que no es de extrañar, porque aquí lo tienen todo”, así explicaba la decisión el presidente del COI, Thomas Bach.
“Rusia ha organizado los Juegos al más alto nivel”, resumió.
