El museo del Hermitaje, en San Petersburgo, presentó una nueva tecnología para marcar las obras de arte elaborada conjuntamente con el Ministerio de Defensa ruso, escribe Rossiyskaya Gazeta.
La innovación podría presentar interés también para el Ejército, la Policía, los aduaneros y los guardias fronterizos.
La composición química única que se utiliza para marcar se fabrica con la ayuda de un generador ultrasonido de aerosoles. Las dimensiones de las partículas y su concentración no tienen análogos lo que hace imposible su imitación.
La mezcla, completamente inofensiva para el hombre y las obras de arte, se aplica de diversos modos, en particular, con rotuladores que no requieren conocimientos ni condiciones especiales.
Los equipos que permiten controlar la marcación también son muy fáciles de usar y ni siquiera exigen desplazar los objetos.
Un dispositivo grande como una cajetilla de cigarrillos emite una luz verde, si todo está bien, o roja, en caso de que no haya marcación o no corresponda a la del museo.
Además, el producto es muy barato. El coste de cada marcación no supera un dólar.
