Nuevos intentos de establecer la comunicación con la sonda interplanetaria Fobos-Grunt, emprendidos hoy por especialistas rusos y europeos, resultaron infructuosos, informaron fuentes de la industria espacial de Rusia.
“La madrugada de este sábado especialistas rusos y de la ESA (agencia espacial europea) volvieron a intentar ponerse en contacto con la sonda Fobos-Grunt, pero no se logró establecer el contacto con el ingenio”, señalaron las fuentes.
Según los expertos, lo principal es “obtener datos de telemetría” lo que haría posibre “introducir correcciones en el programa de control”.
La parte rusa también pidió a sus colegas estadounidenses efectuar el seguimiento del aparato mediante instrumentos ópticos. “Especialistas estadounidenses aceptaron la propuesta y confirmaron que la sonda está orientada al Sol lo que en el plano teórico aún deja un margen de tiempo (hasta el 21 de noviembre) para que el aparato tome rumbo al Marte en vez de entrar en la atmósfera de la Tierra”, indicaron las fuentes.
El motor sustentador de la sonda, lanzada desde el cosmódromo de Baikonur en la noche del 8 de noviembre pasado, no se puso en marcha tras la separación del cohete propulsor. Como consecuencia, el aparato se quedó orbitando la Tierra en vez de dirigirse hacia Fobos, una de las dos lunas marcianas.
La sonda Fobos-Grunt, que debía recoger muestras del suelo en una de las dos lunas marcianas, debería ser lanzada en 2009 pero el lanzamiento se aplazó hasta noviembre de 2011 por ensayos adicionales. El coste del proyecto Fobos-Grunt se estima en torno a 5.000 millones de rublos, o más de US$163,5 millones al cambio actual. La sonda en sí cuesta 1.200 millones de rublos.
Equipos científicos europeos representan una parte considerable de la carga útil a bordo de Fobos-Grunt.
Al menos dos sondas marcianas se perdieron en el pasado por falta de orientación y varias más fueron víctimas de errores en programas informáticos. La sonda rusa Mars-96 no pudo enfilar hacia Marte por razones desconocidas y se desintegró en las capas densas de la atmósfera pocas horas después de su lanzamiento, en noviembre de 1996.
