Al menos 83 personas murieron en Guatemala a consecuencia de experimentos realizados por científicos estadounidenses con más de cinco mil quinientas personas entre 1946 y 1948, según el informe de la Comisión Presidencial para el Estudio de Bioética, creada a petición del presidente de EEUU, Barack Obama.
“Creemos que hubo 83 muertos”, dijo el científico Stephen Hauser, miembro de la comisión, destacando que él y sus colegas desconocen “hasta qué punto estas muertes estuvieron directa o indirectamente relacionadas con estos experimentos”.
Por su parte, la presidenta de la comisión, Amy Gutmann, expresó que los científicos eran conscientes de que lo que hacían iba en contra de las normas establecidas en EEUU, pero procuraron mantenerlo en secreto.
“Los investigadores sabían que lo que estaban haciendo iba en contra de las normas establecidas en EE UU, pero hicieron lo posible por mantenerlo en secreto, y sólo lo compartieron con un pequeño grupo de investigadores y sus superiores”, dijo Gutmann.
A inicios del mes de octubre del año pasado EEUU reconoció oficialmente que científicos estadounidenses infectaron intencionadamente a ciudadanos guatemaltecos con sífilis y blenorragia durante experimentos realizados entre 1946 y 1948.
Los ensayos, que se produjeron tanto mediante prostitutas infectadas como a través de inyecciones directas, fueron calificados por el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, como “crímenes de lesa humanidad”.
“Es un delito de lesa humanidad lo ocurrido en esa época y el gobierno se reserva el derecho de una denuncia”, dijo el presidente del país centroamericano.
Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, en una llamada telefónica hecha a su homólogo guatemalteco, expresó su “lamento profundo” por los experimentos realizados por el Servicio de Salud Pública de ese país.
