La selección femenina de Rusia fue la gran triunfadora en la XVI edición del Campeonato Mundial de Voleibol que concluyó ayer en Japón.
En la final, Rusia derrotó por 3-2 a Brasil y retuvo la corona que conquistó frente al mismo rival hace cuatro años. Las rusas cedieron en el primer set (21-25), se impusieron sobre las brasileñas en el segundo (25-17), volvieron a perder el tercero (20-25), empataron en el cuarto (25-14) y remataron a sus rivales en el set final (15-11).
Japón se quedó en el tercer lugar tras vencer a EEUU, por 3-2.
Rusia no sufrió una sola derrota a lo largo de la competición que se prolongó por casi cuatro semanas y en la que se enfrentó con República Dominicana, Turquía, Corea del Sur, Canadá y China durante la primera fase; Perú, Polonia, Serbia y Japón en la segunda; EEUU en la semifinal; y Brasil, en la final.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, aprovechó su cuenta en la red social Twitter para felicitar a las voleibolistas con esa victoria.
“Todo el mundo sabe cómo son las rusas y el carácter ruso”, resaltó Vladislav Fadéiev, un alto funcionario de la Federación rusa de voleibol. Expertos en esa modalidad reconocen que “la actuación del combinado ruso en la final es atribuible en un 70% a Ekaterina Gámova”, auténtico corazón y locomotora del equipo.
Gámova aportó 223 puntos a la selección durante ese campeonato. Ella y cuatro colegas suyas – Liubov Sokolova, Svetlana Kriuchkova, María Borodakova y Yulia Merkúlova – se proclaman campeones mundiales por segunda vez.
